En la UNAM, Rosa de Guadalupe González Huerta, de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas del Instituto Politécnico Nacional (ESIQIE-IPN), propuso la utilización intensiva del hidrógeno como fuente de energía alternativa.

En el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM consideró indispensable que para 2050, el 40 por ciento de nuestra demanda sea obtenida de fuentes renovables; de no lograrse este objetivo, habrá dificultades serias para el funcionamiento de la sociedad.

En torno a la utilización de hidrógeno (H), planteó el uso de dispositivos electroquímicos en los que, a diferencia de una batería, cuenten con un tanque de almacenamiento que lo contenga.

Este elemento de alta pureza se produce en un electrolizador de membrana de intercambio protónico que utiliza agua como reactivo, el cual debe estar interconectado a un sistema renovable para evitar la emisión de gases de efecto invernadero.

El hidrógeno almacenado se puede utilizar, si se requiere, en una celda de combustible que produzca energía eléctrica y agua como resultado de la reacción, explicó González Huerta.

En el ánodo de ésta se lleva a cabo una reacción de oxidación al generar protones y electrones. En la membrana polimérica (de alrededor de 200 micras de espesor) los primeros cruzan al cátodo y los segundos, al ser liberados, producen electricidad.

En el lado catódico se lleva a cabo una reducción de oxígeno (O), en donde el producto final de la reacción es agua. Por ello, es útil el uso de este dispositivo, pues finalmente se regenera el líquido que en su momento se utilizó para producir H y O en la electrólisis.

Entonces, tendríamos un sistema regenerable, en el que se puede, a partir de recursos renovables y agua, formar hidrógeno y oxígeno, indicó la investigadora.

Una opción para lograr esta meta es iniciar con el uso de H para ayudar a fortalecer los sistemas energéticos. Este elemento no significa una solución inmediata; no obstante, con su uso adecuado se puede ahorrar en el empleo de combustibles fósiles y limitar las emisiones contaminantes.

El hidrógeno es una energía secundaria que se complementa con la electricidad y, como ésta, se obtiene de yacimientos y de fuentes renovables o nucleares.

Es versátil, ya que puede ser usado en automóviles, casas, sistemas de emergencia y motores de combustión interna, entre otros.

 

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