Por: Patricia Ramírez

Destinar presupuesto en la salud y bienestar físico – emocional de los infantes más pobres en el mundo puede salvar muchas vidas y es más rentable, indica el más reciente informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y advierte que si no se progresa rápidamente en la reducción de mortalidad infantil, para el 2030, fallecerán 70 millones de niños menores de los 5 años de edad.

“Invertir en los niños más vulnerables no es sólo lo correcto, sino también lo más rentable en cuanto a la relación de costo-beneficio. Si invertimos en estos niños también estamos invirtiendo en romper el ciclo de la pobreza, porque un menor sano tiene más oportunidades de aprender más y ganar un mejor salario”, afirmó Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF.

En el informe se expone un estudio con 51 países, de los cuales el 80 por ciento de las muertes infantiles se registran en aquellos con baja economía, sin embargo, también se comprueba que asistirlos y dedicar inversiones que comúnmente no alcanzan a los más necesitados puede ayudar a disminuir la mortalidad.

Por lo tanto, el Fondo realizó un llamado a los gobiernos del mundo para realizar prácticas que reduzcan la desigualdad e inviertan más en prevenir y curar las enfermedades peligrosas, al igual que mejorar todos los sistemas de salud.