Por: Redacción/

Trastorno de pánico, depresión y déficit de atención e hiperactividad son los padecimientos de mayor prevalencia que afectan la trayectoria escolar de alumnos de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), reveló un estudio realizado en conjunto con el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM).

La indagación –que forma parte del Proyecto Universitario para Alumnos Saludables (PUERTAS), en el que colaboran ocho países y 19 universidades coordinadas por la Universidad de Harvard– aporta datos sobre salud mental, abusos de sustancias, violencia, exposición a eventos traumáticos y conductas de riesgo de los alumnos de esta casa de estudios.

Esta información es importante porque responde a la necesidad de identificar posibles correlaciones entre estos factores e incidencias negativas en la trayectoria educativa de los alumnos, entre ellas rezago, bajo desempeño o deserción escolar, afirmó el doctor Álvaro Julio Peláez Cedrés, secretario de ese campus universitario.

Los 400 estudiantes de la generación 18-0 de esa sede universitaria –50.5 por ciento de mujeres y 49.2 por ciento de hombres– que participaron en la primera etapa de la investigación longitudinal a cuatro años respondieron una encuesta en septiembre pasado y 91.5 por ciento declaró estar dispuesto a ligar los resultados de este ejercicio a su historial académico.

El doctor Rodolfo Suárez Molnar, rector de la Unidad Cuajimalpa, afirmó que se trata de una estrategia “que supone construir en lo doméstico lo que exigimos afuera, ya que no podemos pensar que la institución se convierta en un motor para una sociedad distinta que construya un mundo mejor que respete los principios más elementales, si ella misma no lo está haciendo también”.

El tamaño de la crisis por la que están atravesando las universidades las está alejando de tener comunidades ejemplares y en ese sentido herramientas como ésta resultan sustantivas para generar vías pertinentes que acompañen a sus miembros en distintos procesos, dijo.

En la presentación del informe fue identificado que 30.2 por ciento de los alumnos de esta sede académica presenta posible problema de salud mental que podría requerir intervención, entre los que predominan: déficit de atención e hiperactividad (14.7 por ciento), depresión (13.3 por ciento), trastorno de pánico (5.7 por ciento), dependencia de drogas (5 por ciento) y dependencia al alcohol (4.2 por ciento).

Además 15.8 por ciento refirió conducta suicida en los últimos 12 meses –de los cuales 88 por ciento no recibe tratamiento y 75.1 por ciento estaría dispuesto a recibirlo en la universidad– 46.9 por ciento dijo haber vivido violencia física, psicológica o sexual en el entorno familiar y 78.4 haber sufrido algún evento traumático, entre ellos 42.2 por ciento una ruptura amorosa, 33.7 por ciento el fallecimiento o enfermedad de un familiar, 32.4 por ciento una traición, 31.1 por ciento tener una discusión fuerte y 19 por ciento parejas infieles, entre otros.

Otros de los hallazgos del estudio respecto de conductas suicidas, ahora cada vez más presentes en niños de entre 14 y 15 años, revelan que 36.2 por ciento de los encuestados alguna vez en su vida ha pensado en el suicidio, 20 por ciento ha planeado cómo podrían llevarlo a cabo, 6.5 por ciento alguna vez en su vida lo ha intentado, pero no lo ha consumado y 23.7 por ciento se ha lastimado a propósito sin la intención de morir, al cortarse, quemarse o golpearse.

La indagación muestra que son las mujeres las que presentan mayores conductas suicidas, a pesar de que en América 9.8 por ciento de varones consuma el suicidio contra 2.7 de mujeres, según cifras de la Organización Mundial de la Salud 2012.

La doctora Corina Benjet, coordinadora y representante del INPRFM, afirmó que en México más de 80 por ciento de las personas no usan servicios para atender sus problemas de salud mental y 17.2 por ciento que recurre a ellos –mediante la psicología, las medicinas alternativa y general, o la psiquiatría, en ese orden– lo hace 14 años después de iniciado el padecimiento, cuando a nivel mundial el promedio es de 10 años.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adolescentes, en la Ciudad de México y el Área Metropolitana las generaciones actuales están más afectadas que las anteriores y presentan más prevalencia de trastorno de ansiedad e impulsividad; en el caso de los adultos los trastornos más comunes son los afectivos y por sustancias.

Esta intervención –formalizada mediante un convenio específico de colaboración entre la UAM y el INPRFM– es del interés de la Casa abierta al tiempo y representa una preocupación por asumir ciertos roles, que en los últimos años han sido abandonados por el Estado y otros poderes, como son el apoyo y el tratamiento a las nuevas generaciones, lo cual coadyuvará a que tengan una vida más feliz, saludable y con independencia de su desempeño profesional.