Por: Redacción/

La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condena los asesinatos de los defensores de derechos humanos, José Santiago Gómez Álvarez y Noé Jiménez Pablo, en Chiapas; y del periodista José Rafael Murúa Manríquez, en Baja California Sur. Cabe mencionar que Noé Jiménez y Rafael Murúa eran beneficiarios del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, operado por la Secretaría de Gobernación.

Al respecto, Jan Jarab, Representante de la ONU-DH en México, señaló que “México necesita urgentemente revertir la tendencia en aumento del riesgo que enfrentan quienes ejercen el periodismo y la defensa de los derechos humanos. Sus actividades deben ser protegidas e incentivadas por el Gobierno mexicano en su conjunto pues se trata de actores fundamentales para un Estado democrático y de derecho. Estos hechos muestran que la violencia contra quienes defienden derechos humanos o informan tiene profundas raíces y es necesario impulsar cambios estructurales para atajarla”.

Los asesinatos de los defensores José Santiago Gómez Álvarez y Noé Jiménez Pablo se suman al del defensor Sinar Corzo, ocurrido también en enero, en Chiapas. Esto da como resultado, al menos: tres defensores asesinados en 2019 y 13 asesinatos de personas defensoras de derechos humanos en 2018, los cuales fueron registrados en México por la ONU-DH[1].

Luego de que en 2018 la ONU-DH tuviera conocimiento de al menos 12 asesinatos de periodistas[2], al igual que en 2017[3], el nuevo año comienza también trágicamente con el asesinato del señor Murúa Manríquez.

“Es preocupante que en todos estos casos las víctimas ya habían denunciado con anterioridad amenazas y hostigamientos, señalando incluso a autoridades como responsables de dichos actos. Estas denuncias deben ser investigadas de forma exhaustiva, sin dejar de lado las líneas que indiquen un posible involucramiento de servidores públicos y así contribuir a luchar contra la impunidad y prevenir que hechos similares vuelvas a ocurrir,” añadió el Sr. Jarab.

El Representante subrayó que “el hecho de que tanto el Sr. Murúa como el Sr. Jiménez fueran beneficiarios del Mecanismo de Protección debe llevar a una profunda reflexión sobre su eficacia. Las medidas de protección otorgadas, así como su implementación, efectividad y seguimiento, deben ser analizadas y evaluadas. Además, se deben esclarecer completamente estos crímenes, pues no debemos olvidar que la mejor medida de protección y de no repetición en los casos de agresiones contra defensores y periodistas es una investigación pronta y eficaz que logre justicia para las víctimas.”

La ONU-DH llama a las autoridades competentes a llevar a cabo investigaciones prontas y eficaces de los ataques contra los defensores y el periodista, exentas de prejuicios y en línea con el debido proceso y adoptar medidas de atención y protección eficaces para los familiares y colegas de las víctimas.

Finalmente, la ONU-DH expresa sus condolencias y solidaridad con las familias, amistades y colegas de Noé Jiménez Pablo, José Santiago Gómez Álvarez y José Rafael Murúa Manríquez.