Por: Patricia Ramírez 

Solicita la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) al gobierno y sociedad de Honduras garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes migrantes que retornan al país sin un acompañante, principalmente porque resultados de encuestas aplicadas informaron que las familias de los menores viven en condiciones de pobreza, lo cual los expone a vivir en situación vulnerable.

En las encuestas, se demuestra que el 94.6 por ciento de dichas familias viven en el área urbana de Honduras con un promedio de 6 habitantes por lugar. Y aunque cuentan con electricidad y agua potable, el 50 por ciento carece de alcantarillado, además de estar en constante riesgo de abuso sexual cuando la letrina se encuentra fuera de su hogar.

La OIM señaló que los menores de edad sin importar su situación deben vivir con un alto nivel de salud y desarrollarse en un espacio donde se les brinde lo necesario para cubrir sus necesidades, principalmente protección, vivienda y alimento.

Además, uno de cada diez niños retornados viven en casas con piso de tierra y paredes de adobe, lo cual les coloca en un posición un poco mejor pero es indicador primario de pobreza, señala el Banco Mundial.