Por: Redacción/

En el proceso de transformación de la China tradicional a la moderna existe un secreto poco reconocido: miles de jóvenes fueron enviados a Europa y Estados Unidos para obtener una educación de alto nivel y regresaron con conocimientos sobre modelos de producción y desarrollo que, aunado a la férrea disciplina, han colocado al gigante asiático como la principal potencia económica del mundo, señaló el licenciado Jorge Nuño Jiménez.

Ese país se renueva y cambia de piel todos los días, y se habla de él como un referente de lujo y modernidad lleno de enormes rascacielos, ostentosas tiendas, ferrocarriles veloces que interconectan su territorio y la más alta tecnología que no deja de perfeccionarse, dijo el director del Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo.

En la Conferencia magistral México China socios estratégicos del siglo XXI convocada por el Área de Investigación y Planeación Estratégica de las Empresas, el Cuerpo Académico Estrategia Empresarial Mexicana y el Posgrado Integral en Ciencias Administrativas de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el experto en intercambio comercial y cultural sostuvo que China se dice socialista, pero en la práctica es capitalista.

Nuño Jiménez dijo que en la década de los años 70 del siglo pasado la mayor parte del mundo condenaba cualquier relación con la nación comunista, sin embargo el entonces presidente Luis Echeverría visitó ese país para establecer mutuas relaciones diplomáticas, lo que permitió que ese país oriental iniciara un proceso de búsqueda incansable por el desarrollo.

El conferenciante sostuvo que “para vincularnos con China y sacar provecho de la relación” es indispensable viajar a esa región, hablar su idioma, acercarse a sus tradiciones, conocer de cerca la historia, estudiar sus aportes tecnológicos y sobre todo ser capaces de diseñar un proyecto propio con la visión y convicción de que cada egresado de la UAM puede convertirlo en realidad.

De los chinos hay que aprender la visión de conquistar el occidente a través de los mercados, pues son ellos los nuevos negociantes del mundo, apuntó Nuño Jiménez.

Previo a la revolución comunista más de 35 millones de chinos murieron en oleadas de hambruna, pero tras el triunfo y una serie de transformaciones internas, las décadas de 1970 y 1980 impulsaron a la nación a fusionar sus arraigadas tradiciones a la cultura occidental, atrayendo procesos de modernizaron para la agricultura, la ganadería y la industria, esta última con un gran éxito en el ámbito automotriz.

En este momento de grandes cambios para México es de suma importancia entender la relevancia política y económica de esa nación, cuyo éxito radica en la acumulación de trabajo y técnica, por lo que el reto es mirar hacia los países asiáticos y fomentar la vinculación y cooperación no sólo comercial sino también entre universidades, señaló.

El doctor Eduardo Villegas Hernández, jefe de Área de Investigación de Planeación Estratégica de las Empresas, y el maestro José Régulo Morales Calderón, jefe del Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa, en representación del rector de Unidad, Rodrigo Díaz Cruz, inauguraron la actividad en la Sala Cuicacalli de dicha sede académica.

El licenciado Nuño Jiménez ha sido agregado militar y aéreo en la embajada de México en Francia, Alemania y Países Bajos, ha sido también coordinador de Asuntos Culturales de la Embajada de México en Australia y posee la medalla con el grado de Caballero de la Gran Cruz, otorgado por el gobierno de Francia.