Por: Oswaldo Rojas

“Desde sus sitiales casi contiguos votaron una y otra vez a lo largo de casi 21 años, por hacer de nuestro país un lugar más libre y más igualitario. Y así, codo con codo, se ganaron un lugar privilegiado en la historia contemporánea de este Máximo Tribunal y de nuestro país”, afirmó el Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en su mensaje de despedida a los Ministros Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza, a quienes definió como jueces de la libertad.

Durante la ceremonia de conclusión de cargo de Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza,  Zaldívar dijo que los Ministros homenajeados serán recordados como pilares fundadores de la Novena Época.

El Ministro Zaldívar manifestó que la presencia y el papel de ambos Ministros fue esencial en la consolidación del Máximo Tribunal como un Tribunal autónomo e independiente; como árbitro en los conflictos político-constitucionales, y como Tribunal Constitucional, cuya función primordial es la defensa, el desarrollo y la garantía de los derechos humanos.

En el Salón de Plenos de la SCJN y ante familiares y colaboradores de sus ponencias, así como de Humberto Castillejos Cervantes, Consejero Jurídico de la Presidencia de la República; Manlio Fabio Beltrones, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, entre otros invitados, el Ministro Presidente Luis María Aguilar entregó, al final de la ceremonia, reconocimientos a los homenajeados, firmados por quienes fueron sus pares en el Alto Tribunal.

“No podemos claudicar; la independencia judicial es irrenunciable, debe ser respetada y debemos defenderla. Uno de los objetivos principales que tiene la separación de los poderes públicos es, precisamente, la garantía de la independencia de los jueces”, dijo.

También dijo sobre su labor como juez republicano que es: “totalmente independiente, congruente, prudente, sensato y discreto. No sé si lo he sido, pero sí sé que esto fue siempre lo que traté de ser”.

A su vez la Ministra Olga Sánchez Cordero afirmó que la Suprema Corte ha sido autónoma e independiente frente a los poderes públicos, tanto constituidos como autónomos, en estos casi 21 años de su labor como togada.

La Ministra Sánchez Cordero apuntó que “no podía ser de otra manera porque el propósito del constituyente del 94 era fortalecer a la SCJN como Tribunal Constitucional y que fuera el único árbitro capaz de defender la Constitución con la garantía de que no hubiera intromisión de otros órganos del poder público o poderes de facto”.

Finalmente dijo que un Tribunal Constitucional firme en sus decisiones, sólido y con credibilidad social, solamente se puede sostener si sus miembros mantienen esa distancia y, sobre todo, su independencia de los otros poderes públicos.

“Porque en un órgano colegiado es sano que existan puntos de vista diversos que sean respetados por sus pares. Al hacer todo lo anterior, la Corte ha optado por favorecer las libertades”.