Por: Charlie/

Los homosexuales deberíamos ser ‘tolerados’ por la sociedad, ese concepto suena un poco extraño ¿no? Para eso mejor decimos que tenemos que ser respetados, en apariencia estas dos palabras significan lo mismo. La Real Academia Española (RAE) define tolerancia como: “respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias”. Hasta aquí vamos bien, no es que todos estén de acuerdo con una orientación distinta a la heterosexual, pero ello no significa que deban insultarnos, discriminarnos o cometer cualquier acto que afecte nuestra integridad humana.

En cuanto al Museo de Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México dice que la tolerancia es: “el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad que nos rodea: las diferentes culturas de nuestro mundo, nuestras formas de expresión y medios de ser humanos; la tolerancia es la relación armónica de nuestras diferencias“.  Mismo concepto, pero en el segundo párrafo el aprecio y la relación armónica son acciones que no se ven a menudo cuando se tienen diferencias en la forma de pensar entre individuos.

¿A qué viene este tema? Seguramente algunos ya lo saben, en caso de no ser así pues les informo que en estos días se inauguró la exposición LGBT + : Identidad, amor y sexualidad en el inmueble del museo antes mencionado, dicha exhibición pretende generar conciencia en la población mexicana para no promover la discriminación que sufre la comunidad arcoiris, al mismo tiempo se tratan de aclarar dudas respecto a la identidad, el género, los estereotipos… en fin, temas que por supuesto que nos corresponden.

Pero… esta exposición ha sido criticada por algunas personas en redes sociales, no porque no genere bienestar y conocimiento, sino porque en abril del año pasado realizó un acto de discriminación, pues se le negó el acceso al artista Drag Queen Mika Aslan, también conocido como Mikonika Q. De acuerdo con el testimonio del afectado, éste tenía la intención de tomar fotografías y visitar la muestra de feminicidios, cuando lo interceptó el director de comunicación y le comentó que no podía entrar con esa vestimenta por lo que debía retirarse, no sin antes invitarlo a un coloquio de diversidad sexual. Al día siguiente, Mika llevó a cabo un performance afuera del museo y se tituló Dragcidio.

¿Es contradictorio? Sí, eso no podemos pasarlo por alto. Primero le niegan el acceso a alguien de la comunidad LGBTTTI por su atuendo y ahora exhibe una muestra donde la temática se cuenta por sí sola, respeto y tolerancia a los gays.

No justifico el comportamiento de las autoridades de la institución, pero tampoco defiendo la idea de que por ese mal manejo de la situación nos perdamos toda la información que ha sido seleccionada y recopilada por especialistas en el tema de la diversidad.

Leí por ahí que el museo de la tolerancia fue ‘intolerante’ y hasta cierto punto fue así, espero que este tipo de situaciones no se vuelva a repetir y de ser así, entonces se deberá establecer un diálogo para conocer a fondo los motivos de sus actitudes y pedir que no sean incongruentes con el nombre del museo, pues se trata de convivir armoniosamente, tal como ellos lo describen. Sin que nosotros los afectemos y sin que ellos nos afecten. Recuerden que la exposición no tendría por qué pagar los platos rotos, seguramente vale mucho la pena ir a verla.