Por: Griselda Fernández (Charlie)

Un autobús de color naranja está recorriendo varios rincones del país. A los costados luce los siguientes lemas: ¡Dejen a los niños en paz! #ConMisHijosNoSeMetan; también frases como: “Es perverso decirles a los niños que desde los 10 años pueden tener sexo con adultos y abortar”, o “En educación, ¡biología, no Ideología de Género!”. Y entonces comienza la discusión ¿discriminación o libertad de expresión?

El miércoles de la semana pasada dicho vehículo inició su ruta por la Ciudad de México, se hace llamar el autobús de la Libertad. Es promovido por el Consejo Mexicano de la Familia (ConFamilia) y Citizen Go, ambas son asociaciones civiles, la primera tiene origen en México, se autodenomina pro-familia, mientras que la segunda tiene sede en España y es considerada ultraconservadora.

Tiene un gran parentesco con el autobús que lanzó la asociación HazteOir en España. A diferencia del ‘hermano’ mexicano, en el país europeo se alegaba directamente un mensaje contra la transexualidad, pues recalcaba que “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen”. Y que no se puede cambiar de sexo.

La premisa del autobús mexicano se opone a la Ideología de Género, posiblemente pocos se han adentrado a conocer este concepto. Es necesario comprenderlo para saber de qué manera afecta a la sociedad.

La Ideología de Género se refiere a la inserción o inclusión de temas relacionados con la diversidad sexual, algunos lo relacionan inmediatamente con la comunidad LGBTTTI, y sí tiene que ver en esto, pero su finalidad es educar a los niños y adolescentes para mostrarles el amplio mundo de la sexualidad.

La asociación pro-familia no sólo exige que se mantenga un núcleo familiar tradicional, padre-madre e hijos; sino que a nivel educativo no se ‘promueva’ que los niños pueden darse cuenta de que tienen una orientación sexual diferente a la heterosexual, que puedan descubrir su identidad de género y con ello se dé el reconocimiento de que sea una persona transexual o transgénero.

Es decir, se rigen bajo una serie de ideas morales, religiosas y estrictas que se apegan a lo tradicional, a lo que para ellos representa lo ‘correcto’. Es por ello que Juan Dabdoub, presidente de ConFamilia, junto con otros miembros pertenecientes a la asociación decidieron emprender este recorrido por la ‘defensa’ de derechos humanos y que las instituciones gubernamentales no incentiven conductas que atenten contra sus convicciones como padres de familia.

Ellos sustentan que la biología indica que existe el hombre y la mujer, que no existe más, no hay más géneros, más gustos, no hay otros rubros que se encuentren en esta clasificación. Y dado que son las únicas dos figuras, ambas están diseñadas para procreación, por lo que las parejas homosexuales no tienen el derecho de adoptar.

También dicen que la educación debe enseñarse a través de lo que la ciencia ha demostrado, no con base a ideología. Entonces, los valores que se nos enseñan en la escuela ¿qué son? ¿Acaso no son una construcción social de lo que tenemos que hacer para respetar y ayudar al otro? ¿O éstos también están basados en algún estudio científico?

Hay una gran revuelta por este tema, ¡y cómo no¡ Se está promoviendo un discurso que violenta la identidad de otras personas. No se está pidiendo que todos luchen por los derechos de la comunidad gay, porque debemos tomar en cuenta que siempre habrá grupos e individuos que no coincidan con nuestro punto de vista, pero ello no es una justificación de la discriminación.

Esa línea entre la libertad de expresión y la discriminación es muy delgada, puede confundir a cualquiera. Pero es cierto que no podemos negar algunas cosas, la homosexualidad ha existido desde hace más de cien años. En la Antigua Grecia, los grandes filósofos como Platón, Aristóteles, Aquiles, son algunos personajes que se asocian con la práctica amorosa entre hombres. Entonces ¿por qué asustarse y prohibir que en la escuela se hable del amor entre personas del mismo sexo?

Ahora bien, ConFamilia indica que el gobierno está ‘imponiendo’ una ideología la cual desconoce “el derecho primario de los padres a educar a sus hijos”. Dudo mucho que las autoridades realmente ‘prohíban’ que los padres eduquen a los niños a su manera.

Aclaremos algo, en la escuela se brinda información, se orienta sobre el mundo exterior y su funcionamiento, pero en la casa se construye la forma de ser de un pequeño, no estoy diciendo que ahí se defina por completo su pensamiento, pero sí gran parte de sus ideas y comportamiento.

Además, un colegio o una escuela no les dice a los niños cómo deben ser, y tampoco es que les haga ‘experimentar’ sobre su identidad, simplemente muestra que no sólo existen hombres y mujeres, sino que hay personas que desean cambiar su cuerpo para sentirse bien consigo mismas, otras que pertenecen al sexo contrario, algunas mujeres que se sienten atraídas por otras mujeres, el mismo caso con los varones y que eso no los hace diferentes, sino que son igual que ellos: seres humanos.

Y en el ámbito de la adopción. Enfatizan que una familia debe ser padre-madre e hijos, ¿saben cuántas formas existen de constituir una familia? Su argumento es que los niños tienen el derecho de crecer con una figura paterna y materna, pero cuántos de nosotros no conocen a una familia distinta sin que sea padre y madre. Puede que otros familiares la conformen, abuelos, tíos, primos, sobrinos, algún parentesco sanguíneo y en otros casos no necesariamente.

Además, ¿qué pasa entonces con las madres y los padres solteros? Posiblemente ya no tienen deseos de reconstruir una vida en pareja y optan por educar a su o sus hijos sin la necesidad de recurrir a la figura faltante; y esto no significa que dejen de ser esa unión que socialmente es llamada familia.

Que los infantes se desarrollen con dos padres o madres del mismo sexo no quiere decir que se esté violando su derecho, el niño o niña se desenvolverá en un ambiente sano, económica y emocionalmente estable; es por ello que existen regulaciones que permiten establecer filtros para identificar quiénes son los candidatos a adoptar ¿o creen que sólo por ser homosexual no se realizan las mismas pruebas?

Nadie está impidiendo que se expresen, tampoco se les pide que cambien su forma de pensar. Sin embargo, pueden manifestarse de otra manera. Mucho menos estamos diciendo que sus hijos tengan la obligación de apegarse a otros pensamientos sociales que difieren de los suyos, pero sí que permitan que se mantenga una educación sexual más diversa, para que ellos sepan que hay muchas cosas más, que no sólo es ser un hombre o mujer.

En casa cada quien seguirá imponiendo ciertos aspectos, y esto el niño lo respetará de acuerdo a su religión o las conductas que su familia siempre haya tenido. Y ninguno de los dos asuntos, escuela-casa, podrá definir lo que ese pequeño decida en un futuro, porque el ser humano va creciendo, descubre y cambia de opinión, eso es indiscutible.

La libertad de expresión termina cuando comienza la libertad de otra persona. No confundamos ‘expresarnos’ con la discriminación, ante todo debe haber respeto. Y podremos no estar de acuerdo, pero no por ello habrá prejuicios ni se le negará al otro individuo los mismos derechos que nosotros tenemos, porque entonces sí estamos privando a alguien que es igual a mi.