Por: Charlie/

Es bien sabido que Rusia es una de las naciones que es poco amigable con la comunidad LGBT, en términos políticos la homosexualidad ‘no existe’, es una condición del ser humano que debe cambiarse o bien ocultarse para evitar que los niños y el resto de la sociedad se enteren de esa forma de vida. Así de absurdo suena, así de absurdo también es que en las semanas pasadas un centenar de gays y familias hayan abandonado Chechenia porque el gobierno es sumamente conservador.

La República de Chechenia forma parte de la Federación Rusa, y Rusia es un país que no es ni tantito comprensible en el ámbito de la diversidad sexual. En el 2017 se llevaron a cabo actos de persecución, encarcelamiento e incluso asesinatos a hombres y mujeres pertenecientes a la comunidad arcoíris, cabe destacar que existe mayor homofobia a los hombres gays.

En ese periodo el presidente de Chechenia, Ramzán Kadýrov informó que se detuvieron a más de un centenar de individuos por “su orientación sexual no tradicional”. Y de acuerdo con una nota del portal Infobae, el día 8 de abril el diario Novaya Gazeta  denunció “el funcionamiento de campos de concentración”, sí, así como en la Segunda Guerra Mundial, lugares donde homosexuales son torturados, donde los tienen en pésimas condiciones e incluso son violados.

El cinismo de las autoridades no acaba ahí, pues el presidente desmintió las acciones antes mencionadas, esto lo hizo mediante un comunicado en el que decía que “si en Chechenia existieran esas personas (gays), sus familiares los hubieran enviado a un lugar del que nunca pudieran regresar”. No es juego, allá se promueve que las personas denuncien la conducta o comportamiento homosexual de cualquier conocido, en ocasiones los entregan a las autoridades, en otros casos ellos mismos los matan.

Y a pesar de que se le hicieron llamados al gobierno ruso de que tomara cartas en el asunto por la grave violación de derechos humanos, éste ni siquiera se tomó la molestia de voltear a ver los crímenes, el Kremlin desconoció por completo la situación.

Ustedes se preguntarán ¿cómo es posible que los mismos familiares entreguen a su sangre para que sean arrestadas por cometer el “crimen de ser homosexual” o que les quiten la vida por ello? La respuesta no es fácil, pero la propaganda y anuncios de las autoridades tienen tal importancia y los mensajes son claros, para la nación es algo que no debería existir, sólo así logran convencer a la sociedad de que la homosexualidad es un acto atroz, una vergüenza.

Las torturas que se cometen contra los homosexuales tienen la finalidad de que se delaten los nombres de más personas LGBT, se les localiza y con ello suman más detenidos. Desafortunadamente, algunos casos han llegado a la muerte.

Y aunque las autoridades nieguen estos actos, los hechos dicen lo contrario. Se requirió el apoyo de países occidentales para evacuarlos, pues las organizaciones locales no tenían los medios suficientes para trasladarlos a otros lugares.

Algunos ya se encuentran en Canadá y en Europa. Les han brindado ayuda psicológica para adaptarse a un nuevo entorno, pero comentan que algunos están tan resentidos con su país que han decidido cortar todo lazo con Rusia. Y no es para menos, se entiende perfectamente bien la postura.

Todos estos sucesos pueden considerarse como un autoexilio de la comunidad LGBT, porque si bien es cierto que el gobierno no los está desterrando, ellos mismos deciden partir por las condiciones en las que se encuentran.

No sé si se carece de sentido común, pero es evidente que no hay una línea de respeto ni por la orientación sexual, ni por la vida. Es indignante que ocurran este tipo de cosas sin que nadie diga nada, sin que se haga algo al respecto. Cuántas personas corren peligro sólo por amar a alguien de su mismo sexo. Una vez más: NO somos criminales, somos seres humanos y tenemos derechos al igual que todos, MERECEMOS VIVIR.