Por: Redacción

La presidenta de la Comisión de Cambio Climático, diputada María de los Ángeles Rodríguez Aguirre (PAN), aseguró que es indispensable identificar los riesgos y las oportunidades en el desarrollo de biocombustibles en México, a fin de diseñar lineamientos para su sustentabilidad.

En reunión con académicos de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) e Iberoamericana (UIA) y del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), así como representantes del sector privado, Rodríguez Aguirre señaló que se requiere una redefinición de políticas públicas para la producción de biocumbustibles, y de ahí la importancia de llevar acabo un diálogo con expertos.

Al inaugurar el evento, que se llevó a cabo en el campus Ciudad de México de la UIA, la diputada expresó que el objetivo es intercambiar perspectivas y propuestas desde la academia y el sector privado sobre el uso de los biocombustibles en el país.

Asimismo, conocer su potencial en la reducción de gases de efecto invernadero, su importancia en la conservación de bosques y en la agricultura sustentable, así como analizar las oportunidades y propuestas desde la investigación.

En la reunión, convocada por la Comisión de Cambio Climático, Rodríguez Aguirre y la coordinadora del Área de Medio Ambiente del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE), de la UIA, Vanessa Pérez-Cirera, coincidieron en la necesidad de analizar de forma integral el tema de biocombustibles, ya que “toca el desarrollo rural, el impacto ambiental y el energético”.

Oliver López, investigador de EQUIDE, sustentó que existen costos sociales ocultos en su producción, por lo que es indispensable desarrollar una tecnología específica para su desarrollo. Del CIDE, Alejandra Elizondo, analizó el uso de tierras para la producción de biocumbustibles.

Por su parte, académicos de la UNAM expusieron el contexto actual en la producción, uso y perspectivas de los biocombustibles, así como la polémica en torno a su relación con la deforestación, degradación y pérdida de biodiversidad.

Asimismo, la sustitución de terrenos para su cultivo; el potencial de éstos en la bioeconomía, “lo que ayudaría a reducir la pobreza en el país” y sus impactos en el suelo y agua, así como su eficiencia energética.

Del sector privado, los ingenieros Benito López Martínez y Fabián Espinoza Díaz de León expusieron sus experiencias de éxito y los obstáculos para el desarrollo de biocombustibles en México.

Entre los problemas expresados por los asistentes, destacó la necesaria redefinición de los objetivos de la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos, a la luz de la nueva situación que presenta el país con la aprobación de la Reforma Energética y, por consiguiente, la redefinición de las políticas públicas en la materia.

De la misma manera, la necesidad de categorizar la producción de biocombustibles dentro de un sector específico que permita generar información adecuada para evaluar los efectos sociales, económicos, y, sobre todo, ambientales, en comparación con la energía eólica y fotovoltáica, y el aprovechamiento del etanol como biocombustible.