Por: Redacción/

Crear una zona ecológica que incluya áreas de bosques y de recursos hídricos, reactivar lo que fuera el Lago de Texcoco, construir un conglomerado de escuelas en los diferentes niveles educativos, o conformar un espacio que dé cabida a edificios para dependencias gubernamentales con una novedosa perspectiva de ciudad son algunas de las propuestas que se han recopilado para darle uso a las 710 hectáreas que tiene el aeropuerto internacional una vez que entre en operación la nueva terminal.

En la reunión de la Comisión Especial del Aeropuerto, que preside la diputada Lourdes Valdez Cuevas resaltó el trabajo realizado para integrar el análisis denominado Opinión de la Ciudad, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Económico del gobierno local, que encabeza Salomón Chertorivski Woldenberg.

El funcionario presentó ante esta comisión de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal la segunda parte de este trabajo que contiene el análisis socioeconómico de las 39 colonias aledañas al aeropuerto internacional, porque “se debe contemplar su efectivo desarrollo en movilidad e infraestructura”, aseguró la legisladora.

Por lo anterior, Valdez Cuevas, integrante del Partido Acción Nacional (PAN), refirió que “es ideal que esta información se transmita a los diputados de esta Legislatura a fin de que se cuente con la disposición política para asignar un presupuesto y beneficiar a 3.5 millones de ciudadanos, el destino que tendrán 710 hectáreas del actual aeropuerto ante la contaminación por hidrocarburos, la carencia por el suministro de agua, así como las condiciones reales de los predios en esta zona”.

Por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), la diputada Elena Segura Trejo destacó que es fundamental la opinión de la ciudadanía en cuanto al destino de los terrenos del aeropuerto. Pidió incluir en el estudio presentado el impacto metropolitano por el uso de suelo, ya que seguramente, adujo, hay áreas contaminadas.

Coincidió con su homóloga del PAN en la necesidad de etiquetar recursos que permitan diagnosticar aplicando estudios de mecánica de suelo la condición actual de esa superficie. “Los recursos deben estar previstos a través del Fondo Metropolitano para tener acciones precisas de hacia dónde vamos con los terrenos”, puntualizó Elena Segura.

En cuanto a la situación jurídica resaltó que la Ciudad de México es la que determina el uso de las propiedades, por lo tanto, advirtió, se pretende emprender una solicitud de desincorporación, toda vez que actualmente esta área es propiedad de la federación y legítimamente le correspondería al gobierno local.

En su intervención, Salomón Chertorivski Woldenberg, secretario de Desarrollo Económico del gobierno local destacó que el segundo documento sobre la Opinión de la Ciudad plasma la importancia que tienen las 710 hectáreas del actual aeropuerto, una vez que en cuatro mil hectáreas habita 22 por ciento de la población, por lo tanto, es fundamental analizar esta zona.

Por ser una zona que pertenece al ex Lago de Texcoco se puede comenzar una nueva visión y construcción de ciudad reconciliando el espacio con su ciclo natural del agua, en ese sentido, también una de las propuestas es impulsar el desarrollo del empobrecido oriente de nuestra capital y para definir las pautas urbanas.

El funcionario manifestó que es indispensable comenzar a trabajar desde ahora para evitar la improvisación y que la transformación empiece desde el día en el que el actual puerto aéreo cierre sus operaciones.

Este proyecto (Opinión de la Ciudad) es una iniciativa impulsada por el Gobierno de la Ciudad de México cuyo objetivo es incentivar una discusión plural y transparente para establecer las pautas y principios que garanticen que el interés público se encuentre en el centro del proyecto que se realice cuando entre en operación la nueva terminal.