Por. Redacción/

La Diputada Arlette Muñoz aseveró que el Gobierno Federal ha rebasado todas sus atribuciones en el actual proceso electoral 2018, al actuar como una verdadera dictadura que persigue políticamente a sus opositores usando los recursos del Estado.

Señaló que el hostigamiento del cual es objeto el candidato de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya, es un reflejo de la forma en que ha intentado operar la administración del Presidente Peña Nieto construyendo y usando “instituciones a modo”.

Destacó por ello que legisladores del Grupo Parlamentario de Acción Nacional en la Cámara de Diputados cierran filas con Ricardo Anaya y exigen, como ya lo hizo el propio candidato, que el titular del Ejecutivo y su Gabinete cese su persecución y deje de vulnerar a las instituciones del país, con un afán electoral.

“Este Gobierno se está comportando como una verdadera dictadura que persigue a sus opositores políticos usando los recursos del Estado. Hoy se están usando las instancias jurídicas para destruir su imagen pública y para intentar dejarlo fuera de la contienda”, expresó.

La Diputada Federal del blanquiazul destacó que la desesperación del partido en el Gobierno frente al crecimiento del candidato de la coalición “Por México al Frente” no es justificación, ni mucho menos debe ser motivo para violentar el Estado de Derecho que debe prevalecer en un proceso electoral.

“Hacerlo así es declarar una guerra abierta contra los opositores políticos, pero lo más grave que es que confirma que el Gobierno no ha querido actuar con la misma fuerza contra personajes cercanos al régimen como los Duarte, contra Roberto Borge o Emilio Lozoya, por ejemplo”, añadió.

Finalmente, la legisladora federal reprochó que el Gobierno esté más concentrado en temas políticos que en agendas públicas que ameritan toda la atención y una coordinación más acertada.

Citó el caso de la defensa de los mexicanos que radican en Estados Unidos, específicamente el caso de los dreamers, cuya situación está por definir el Congreso de aquel país, sin que a la fecha se conozca una estrategia de paradiplomacia mexicana que favorezca la balanza a su favor.