Por: Gabriela Espinoza

Los 43 alumnos de la Escuela Normal de Maestros Isidro Burgos que desaparecieron el 26 de septiembre del año pasado, “no fueron calcinados, porque el fuego utilizado para incinerar los cuerpos de los normalistas hubiera ocasionado un incendio en toda la zona”, aseguró Carlos Beristaín, miembro del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que investiga el caso de la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, y que es avalada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

33 días después del 26 de Septiembre de 2014, fecha en que ocurrieron los hechos, Jesús Murillo Karam informó que 3 integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos confesaron haber recibido y entregado a la policía de Iguala y Cocula a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, que fueron quemados en el basurero de Cocula.

Sin embargo, Carlos Beristaín aseguró que  en el caso Iguala existieron 6 ejecuciones extrajudiciales, 180 víctimas directas y colaterales, y 40 heridos, que en su mayor parte son jóvenes y menores de edad. Asimismo 80 personas fueron perseguidas, 43 normalistas desaparecieron, y 700 familiares sufren las consecuencias del impacto y el dolor por este ataque.

Mencionó que el GIEI recurrió a un analista en video y fotografía, para que realizará el peritaje de un video donde aparece el autobús  Estrella de Oro que fue detenido en el Palacio de Justicia, el cual no coincide con las características del autobús que describen los estudiantes normalistas, mismo que  salió por la puerta de atrás de la escuela, por lo que hay muchas contradicciones en las declaraciones que dio a conocer la Procuraduría General de Justicia (PRG).

El caso de los estudiantes de Ayotzinapa  es “un ataque desproporcionado y inexplicable”, porque posiblemente los jóvenes estuvieron sin saberlo en en un autobús que trasladaba un cargamento de drogas, ya que al analizar una investigación de narcotráfico que se realiza en los Estados Unidos menciona que desde Iguala a Chicago un bus se transportaban narcóticos. Aún no se tiene la certeza de la relación de los dos hechos, indicó Beristaín.

El GIEI exigió que los hechos sean nuevamente investigados y puedan tener nuevamente acceso a la información necesaria, para esclarecer los hechos que ellos investigaron, que son contradictorios con las versiones que la PGR dio a conocer.