Por: Vicente Flores Hernández

Humberto Mancilla, Joel Valerio y Luis Felipe Cruz Méndez, docente y estudiantes de la carrera de Ingeniería y Diseño Industrial en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, respectivamente, así como del doctor Adrián Espinosa, profesor en la Facultad de Ingeniería desarrollan una silla de ruedas multiposiciones pensada para la comodidad de adultos mayores y personas con discapacidad.

Con una visión basada en ingeniería y diseño, unidos para aumentar la inclusión, el grupo universitario multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan en la silla, que puede convertirse en reposet o cama gracias a un mecanismo de tijera que alinea el respaldo. El asiento y la base de la pantorrilla, siguiendo una trayectoria completa de curva, guía para el deslizamiento.

El proyecto inició debido a los resultados del Consejo Nacional de Población (Conapo) que señaló que el proceso de envejecimiento demográfico de México es irreversible, ya que las generaciones más numerosas (las nacidas entre 1960 y 1980) ingresarán al grupo de los 60 años y más a partir de 2020, lo que significa que será un país con una población mayoritariamente de adultos mayores.

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Estos jóvenes emprendedores planean incubar una empresa que ofrezca una gama de productos similares, que sean funcionales para su uso en casa-habitación y hospitales. Para ello, ya comenzaron con los trámites de propiedad intelectual de este primer desarrollo.

Luis Felipe Cruz Méndez entrevista para la agencia Conacyt explicó que el proyecto nació como una inquietud de tesis para la titulación, sin embargo, dadas las oportunidades de crecimiento que encuentra el producto como una solución para un problema real, decidieron no dejar el proyecto en el papel “sino llevarlo a la realidad y qué mejor que con el desarrollo empresarial”.

En la FES Aragón hay un Club de Mecatrónica que desarrolla diversos proyectos y está en constante comunicación con la Facultad de Ingeniería en Ciudad Universitaria. Es a través de este contacto que los profesores Espinosa y Mancilla hicieron sinergias en torno a este proyecto.

Entrevistado en el marco del IV Congreso de la Red de Oficinas de Transferencia Tecnológica de México (Red OTT), Cruz Méndez explicó que están en la etapa de evaluación de modelos, los cuales elaboran en escala de uno a tres, por medio de renders.

“Ya tenemos los materiales para comenzar con la fabricación del mecanismo pero aún seguimos en el proceso de evaluación, por lo que una vez teniéndolo listo realizaremos tres productos prototipo que someteremos a pruebas con la población, para que nos digan qué cuestiones habrá que mejorar”, abunda.

Por el mecanismo de tijera con el cual está diseñada, la silla de ruedas es la primera posición que puede utilizarse, pero gracias a un componente tipo biela se convierte en reposet o cama, según las necesidades del usuario.

Los cambios los realiza la persona al sentarse, operando el dispositivo ubicado al lado derecho, y al aplicar fuerza hacia delante o hacia atrás es posible cambiar la postura. De esta manera, si el usuario descansa el cuerpo a 120 o 140 grados, el mecanismo se detiene y cumple como función de reposet. Cuando se maniobra para que llegue entre 170 o 180 grados, se coloca en una posición totalmente horizontal en la función de cama; y en ese momento el mecanismo desciende cinco centímetros para que el centro de masa tenga mayor estabilidad y seguridad.

La idea de estos emprendedores es que la silla no implique que su uso es una condición negativa para los usuarios, por el contrario, buscan que sea agradable a la vista e invite a los demás a querer usarla.

“Nuestro objetivo es que no tenga esa condición negativa sino que al verla, la mayoría de la gente quiera sentarse porque se ve cómoda.

Finalmente, Luis Felipe Cruz Méndez detalla que el procedimiento de propiedad intelectual están llevándolo a cabo en acompañamiento con las instancias de la UNAM, así como con InnovaUNAM en lo relacionado a la incubación de la empresa.

De acuerdo con los estudios de factibilidad, requieren una primera inversión de 220 mil pesos para arrancar las operaciones, los cuales serían recuperados en un periodo de 36 meses. El modelo de negocios que contemplan incluye una producción de 25 sillas al mes, comercializándolas a través de agentes de ventas, con pequeños distribuidores o directamente en el taller.