Por: Redacción/

Victoriano Wences Real, diputado federal del GPPRD, presentó una iniciativa de reforma al artículo 125 Bis de la Ley General de Víctimas, para especificar que cuando la víctima sea integrante de un pueblo o comunidad indígena, el Estado garantizará que los abogados, peritos, profesionales y técnicos de las diversas disciplinas que se requieren para la defensa de sus derechos, hablen la lengua originaria de la víctima, a efecto de que se pueda otorgar una eficiente defensa de sus derechos.

“Nuestros hermanos indígenas son objeto de una serie de desigualdades y de actos discriminatorios. Tal pareciera que su condición social los margina del acceso a una efectiva y plena justicia. En muchas ocasiones, carecen de intérpretes de su lengua originaria y los abogados que los asisten no la conocen, ni las particularidades de su entorno social, lo que sin duda, repercute en una correcta defensa”, agregó el parlamentario del Sol Azteca.

En el texto de su propuesta, el secretario de la Comisión de Asuntos Indígenas señaló que la población indígena es objeto de delitos como la trata de personas y existen comunidades en donde las mujeres son utilizadas para la venta, y en donde grupos de criminales acceden a ellas para su explotación, sexual o laboral o doméstica.

“Es indudable que los indígenas que han sido víctimas de algún delito, necesitan de medidas especiales que permitan tener acceso a una justicia que garantice la restitución de los derechos que les fueron violentados y la defensa de estos derechos debe ser a través de profesionistas y personal técnico que hablen su lengua originaria, pero también que conozcan las condiciones culturales y sociales de su núcleo poblacional”, abundó el legislador guerrerense.

Agregó que el Estado debe ser garante de los derechos indígenas y debe privilegiar el acceso a la justicia a través de sus usos y costumbres, pues soslayarlos implica una flagrante violación a sus derechos humanos; además, propuso que se tome en cuenta el sistema indígena, como un medio para resolver de manera rápida los conflictos.