Por: Oswaldo Rojas

Más de 50 sitios en Guanajuato han sido investigados por los arqueólogos Carlos Viramontes Anzures y Luz María Flores Morales, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), gracias al proyecto “Arte rupestre en la cuenca del río Victoria”han localizado. Estos lugares han permitido indagar en el sistema de vida y pensamiento precolombino de sus pobladores.

La región fue asiento y refugio de cazadores-recolectores; estas sociedades dejaron plasmados diversos motivos pictóricos en cuevas, abrigos y frentes rocosos de alrededor.

Los grafitos encontrados revelan los diferentes momentos en que fueron elaborados: escenas de cacería, danzas, improntas de manos y elementos zoomorfos y fitomorfos; para los investigadores ha resultado de especial interés la representación de la figura humana en diferentes tamaños, desde miniaturas de entre 2 y 5 cm hasta otras de casi un metro de altura.

Las pinturas rupestres del sitio, de aproximadamente 20.4 hectáreas, tienen un relativo buen estado de conservación, de acuerdo con estudios realizados por los especialistas del INAH, señaló la especialista.

Ya  se ha establecido personal de vigilancia para mantenerlo protegido, además de haberse creado senderos que conducen a lo largo del sitio. También se ha habilitado un centro de atención al visitante que contará con baños, taquilla, estacionamiento y señalética.

En 2003 se planteó un proyecto de carácter interdisciplinario donde concurrieron arqueólogos, antropólogos, biólogos e historiadores para estudiar el arte rupestre en esta zona. Al morir Ana María Crespo, Carlos Viramontes invitó a Luz María Flores a participar en los trabajos y desde 2004 empezaron a laborar de manera continua en el proyecto “Arte rupestre en la cuenca del río Victoria”, que abarca dos ámbitos: el regional y el sitio de Arroyo Seco en particular.

La población de Victoria, antiguamente conocida como San Juan Bautista Xichú (o Xichú de Indios), se localiza en el centro de un pequeño y fértil valle cruzado por el cauce de un río que está seco la mayor parte del año. Aunque la fundación de Victoria se remonta a 1580, el valle y la región circundante estuvieron habitados desde tiempos remotos por diversos grupos de cazadores-recolectores y agricultores.