Por: Redacción/

La Magistrada Presidenta de la Sala Superior del TEPJF dijo que es necesario que los jueces tengan cada vez mejor preparación y mayor consciencia del impacto que tienen sus decisiones sobre el ejercicio efectivo de los derechos y sobre la integridad del sistema legal

El ejercicio de este control exige tener presentes sus alcances y límites, de acuerdo con el contexto del ordenamiento, sostuvo al inaugurar la “XII Mesa Redonda, Justicia constitucional en las entidades federativas”

La magistrada presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine M. Otálora Malassis, aseguró que el ejercicio del control de constitucionalidad representa grandes desafíos para los tribunales, ya que requiere que los jueces tengan cada vez mejor preparación y mayor consciencia del impacto que tienen sus decisiones sobre el ejercicio efectivo de los derechos y sobre la integridad del sistema legal de nuestro país.

“Requiere que los jueces tengamos cada vez mejor preparación y mayor consciencia del impacto que tienen nuestras decisiones sobre el ejercicio efectivo de los derechos y sobre la integridad del sistema legal de nuestro país, que sepan mantener el tan frágil equilibrio entre el Estado democrático y el Estado de derecho entre la legislación y la jurisdicción, entre la superior sumisión a la Constitución y la inferior, pero no menos importante, sumisión a la ley”, sostuvo.

Al inaugurar la “XII Mesa Redonda, Justicia constitucional en las entidades federativas. La justicia constitucional en el centenario: ¿Es eficaz el modelo actual para la consolidación del sistema democrático?”, Otálora Malassis aseveró que, desde luego, el ejercicio de este control exige tener presentes los alcances y límites que conlleva, de acuerdo con el contexto del ordenamiento, pues lo que está en juego es determinar si la realización constitucional está sometida o no a cánones de predeterminación.

La Magistrada Presidenta subrayó que el control de constitucionalidad, que en algún momento fue excepcional, limitado a ciertos órganos jurisdiccionales federales y a determinados tipos de procesos judiciales, “hoy se ha convertido en un ejercicio cotidiano de protección de nuestra norma suprema convirtiendo también a todos los jueces en jueces constitucionales”.

“En el Tribunal Electoral siempre hemos entendido que el control de constitucionalidad es el alma de la Constitución misma, si se elimina este control, la Constitución queda vacía”, afirmó Otálora Malassis al inaugurar los trabajos de la XII Mesa Redonda, acto en el que estuvieron presentes los magistrados de la Sala Superior, Felipe de la Mata Pizaña, Indalfer Infante Gonzales y José Luis Vargas Valdez, así como el subsecretario de Enlace Legislativo y Acuerdos Políticos de la Secretaría de Gobernación, Felipe Solís Acero.

Por su parte, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, indicó que se debe lograr que los actos del sistema electoral sean reconocidos por la sociedad en dos conceptos: justos e inatacables. “¿Por los partidos? No. ¿Por los actores políticos? No. Por la sociedad, el conjunto de la sociedad”.

“La eficacia es la llave para la consolidación de las instituciones electorales, que brinde certeza, que suscite confianza. Estamos ciertos de que para eso ustedes necesitan mejores leyes. Mejores leyes no significa leyes más restrictivas, sino que permitan la agilidad de los procesos comiciales. La espiral del espíritu restriccionista de las leyes electorales no trae como consecuencia directa la confianza que buscamos, generan confusión y aún más desconfianza de las autoridades electorales”, precisó Ramírez Marín.

El presidente de la Mesa Directiva subrayó, durante su intervención, que una ciudadanía consciente de sus derechos políticos surgirá no a partir de los tribunales, no a partir de sus sentencias, “sino cuando los partidos políticos entiendan que no sólo son instrumentos para expresar la voluntad popular por medio de los procesos electorales, sino que también están obligados a forjar ellos mismos esa voluntad en sus formas y en sus contenidos políticos”.