El gobierno federal debe estar consciente de la necesidad de destinar mayores recursos para contribuir con las autoridades de la Ciudad de México en la atención de la readaptación social de los presos por delitos del orden federal en las cárceles capitalinas, afirmó la vicepresidenta de la Comisión Especial de Reclusorios de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Rebeca Peralta León.

La diputada local del PRD destacó que alrededor del 10 por ciento de los internos en el sistema carcelario capitalino corresponden a delitos del orden federal, como narcotráfico, secuestro, evasión fiscal y trata de personas, y contribuyen a la saturación y a los conflictos que se generan al interior de las prisiones de la capital de la República.

Precisó que de acuerdo a la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del DF ha disminuido la población en los centros de reclusión de la ciudad al pasar de más de 40 mil a 36,884 presos hasta el día de hoy.

De ellos, los presos por delitos del orden federal llegan a más de 3,500, lo cual se traduce en un serio problema para la convivencia entre los internos por su peligrosidad y sobre todo porque en algunos casos convierten a las cárceles en escuelas del crimen organizado.

En este contexto, Peralta León señaló que este es el mejor momento para que se analice la situación, debido a que la Cámara de Diputados está en la discusión y aprobación de la Ley de Egresos de la Federación para el 2016, y sería importante que el gobierno federal gestione un Fondo Especial para destinar más recursos a la atención de los reos federales a fin de ayudar a solucionar el problema.

“Lo ideal sería que el gobierno federal construyera nuevos penales para hacerse cargo de los presos que cometen delitos federales, pero como eso es prácticamente imposible, entonces debe contribuir para rehabilitar a esos reos que finalmente contaminan a internos que están presos por delitos menores”, dijo.

La legisladora comentó que siempre se necesitará más dinero para dotar a las prisiones de tecnología de punta, como brazaletes, equipos de cómputos y de radio-comunicación, así como cámaras, para aumentar la vigilancia tanto interna como externa de los reos.