Autor: Arnulfo Roque Huerta

A Lina le pareció raro por un instante que aquella mañana todos la miraran de forma extraña, algunos sorprendidos, otros indignados y algunos más con un dejo de burla, pero atando cabos pudo caer en cuenta que Mérida había cumplido su amenaza de exhibirla frente a todo el colegio; Lina no tuvo la necesidad de preguntarle a nadie lo que estaba pasando pues sabía que cada chico y chica del pudieron ver el “pack” que había enviado a cierto compañero y que de alguna manera llegó a las manos de Mérida.

Mérida había tenido problemas con Lina y buscaba cualquier ocasión para hacerla ver mal, y dicha ocasión no tardó mucho pues un buen amigo suyo le platicó que poseía una amplia colección de fotos y videos donde Lina se mostraba completa, con muy poco pudor y con nada de ropa; el contenido de los videos era muy explícito y las fotos no dejaban nada a la imaginación, así que Mérida no lo pensó mucho y se encargó de que cada alumno recibiera el contenido que evidenciaba a su compañera y enemiga por elección.

Este problema solo fue la punta del iceberg pues las fotos y videos de muchas otras chicas comenzaron a aparecer en los celulares. El fenómeno del pack creció de manera impresionante, la misma Mérida fue evidenciada por alguien más, por lo cual sus fotos también circulaban; tal vez la comparación sea mala pero a mí me recordó cuando en mi niñez y adolescencia intercambiaba estampas para llenar un álbum de jugadores de futbol, de igual manera los chicos se propusieron tener fotos o videos de la mayor cantidad de chicas.

Ben era el chico con la mayor colección de packs y presumía de su hallazgo con todo el que se pudiera, sin dudar en mostrarla a la mínima oportunidad que se le presentara, cuando alguien le preguntaba su estrategia para conseguirlos su voz se tornaba seria y orgullosa anunciando que solo tenía que hacer la petición y las fotos llegaban por decenas (a mí me parece que exageraba un poco) también comentaba que muchas otras llegaban sin que él tuviese necesidad de pedirlas.

Lo alarmante del asunto es que este fenómeno se ha vuelto muy común en los colegios. Investigando sobre ello me encontré con casos aún más serios y descubrí que no es exclusivo de una zona geográfica o país, pues a lo largo del mundo se ha vuelto todo una moda entre los chicos y chicas a partir de los 12 años (en algunos casos más pequeños).

Es importante aclarar que ante esta situación las autoridades de los colegios y los profesores estamos atados de manos pues los celulares, ipads y computadoras en las que se mueven los “packs” son propiedad privada y de querer quitárselos podríamos ser acusados de acoso escolar o hasta de robo (no exagero) a más que las fotos y videos se originan en el interior de la casa de las involucradas donde nosotros no tenemos ningún tipo de autoridad.

Quiero atreverme a través de este escrito a preguntarle a los padres de familia si se han dado a la tarea de revisar las redes sociales que manejan sus hijos, de echar un vistazo a su historial, si están seguros de que sus hijos no participan (directa o indirectamente) de este fenómeno, aunque no conozco la respuesta, se que son pocos los que asumen esta responsabilidad, pues es difícil encontrarse un celular propiedad de un joven que no tenga clave de acceso y claro está que si tienen clave es por que no desean que vean el contenido.

Por otro lado existen muchas aplicaciones para ocultar la galería de imágenes y videos como keepsafe, Folder Lock Advanced, Vaulty, Gallery Lock, Secret Photos, entre otras más por lo cual no basta solo con revisar sus gadgets sino de prestarles toda la atención debida y estar al pendiente de sus actividades y el uso que le dan a la tecnología.

Razones para participar de un pack existen muchas: aceptación, sentido de pertenencia, moda o hasta simple curiosidad, pero en realidad el detonante de este fenómeno es el exceso de tiempo libre y falta de supervisión adulta. Un chico o chica que se encuentra en el ocio siempre está pensando en qué hacer, la prueba de ello está en una encuesta que realicé entre chicas que asumieron haber compartido contenidos sexuales a través de la redes sociales, en la cual el 95% de las encuestadas dijeron que lo hacía por que estaban aburridas y solo el 5% por placer personal.

Padres, es necesario mantener ocupados a nuestros hijos y no excedernos en la confianza que les damos pues aun les falta madurar y muchas veces son muy fáciles de manipular.

Jóvenes, Mahatma Gandhi dijo un día: “No puedo concebir una mayor pérdida, que la pérdida del respeto hacia uno mismo”. Joven respétate, cuando alguien te pide una foto por más que te prometa que nadie más la verá, seguro que la mostrará, tu cuerpo te pertenece, eres especial y único, no mereces ser objeto de burla o de entretenimiento; si tú te pierdes el respeto ahora, los demás jamás podrán respetarte.