Por: Patricia Ramírez/

El hambre en el mundo que perjudicó a 215 millones de personas en 2016 aumentó 38 millones, de acuerdo con el informe anual de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sin embargo, se informó que el incremento de esta problemática se debe a los conflictos violentos y fenómenos del cambio climático como inundaciones y sequías.

De igual manera, especialistas de este organismos internacionales indican que los niños y niñas son el grupo más afectados, y las tasas de inseguridad alimenticia y malnutrición infantil se concentran en zonas de conflicto.

Unos 155 millones de niños menores de cinco años padecen retraso en el crecimiento, mientras que 52 millones son afectados por emaciación (peso demasiado bajo para la estatura). Asimismo, la anemia es una de las enfermedades que más afecta a mujeres en estas condiciones.

“Esto ha hecho saltar alarmas que no podemos ignorar, no acabaremos con el hambre y todas las formas de malnutrición para 2030 a menos que abordemos todos los factores que socavan la seguridad alimentaria y la nutrición. Garantizar sociedades pacíficas e inclusivas es condición necesaria para ese objetivo”, afirman dirigentes de la ONU.

Este informe es una evaluación crítica a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual han adoptado la mayoría de los países, con el propósito de erradicar la hambruna y todas las formas de malnutrición.