Autor Arnulfo Roque Huerta

La semana pasada escribí sobre la necesidad de que la educación no se detenga, por lo cual varios compañeros de distintos grados, desde educación básica hasta media superior se pusieron en contacto conmigo para platicarme sobre las actividades que están llevando a cabo con el alumnado, asegurando que aunque no ha sido fácil se está trabajando utilizando las famosas “TICS” acompañadas de muchas estrategias las cuales garantizan que la educación es primero y no se detiene.

Hace unos días pasé por una secundaria cerca de mi hogar y me vi sorprendido por una larga fila de estudiantes portando cuadernos y folders en los que guardaban trabajos y hasta uno que otro alumno portaba su mochila; al preguntarles la razón de su estancia fuera del colegio me comentaron que estaban entregando actividades las cuales  les fueron asignadas con anterioridad para continuar con sus responsabilidades estudiantiles. Me dio gusto ver que los planes y programas se siguen trabajando para que el chico siga activo, siga aprendiendo y que la educación no se detenga.

Del mismo modo una compañera me hizo llegar evidencia fotográfica del trabajo desempeñado junto con otros docentes en su colegio, me cometa que ahora más que nunca se sienten comprometidos con los chicos, que están de pie y muy fuertes listos para seguir en la labor docente, la cual es para ellos más que su profesión, más que su vocación, más que su trabajo ¡Es su modo de vida! y asegura también que la educación avanza y no se detiene.

Particularmente he estado trabajando con mis alumnos de preparatoria por la red social Facebook, realizando transmisiones en vivo, dando la clase a través de este medio recibiendo resultados favorables; los chicos se muestran dispuestos a recibir clases por los medios disponibles, atienden indicaciones, se esfuerzan por continuar aprendiendo, entregan actividades, siguen trabajando sin quejarse y esperando pacientemente el momento de volver a las aulas y mientras eso pasa ponen la parte que les corresponde para afirmar que la educación continua y no se detiene.

Ciertamente los temblores de septiembre (como todo fenómeno natural de esa magnitud) dejaron grandes cicatrices a la sociedad pero también grandes enseñanzas: nos demuestran que el estudiante de estos tiempos no se queda con los brazos cruzados sino que actúa conforme la ocasión lo demande, vi muchos chicos participando como brigadistas, vi también a quienes formaron parte de los centros de acopio, los vi ayudando a sacar escombros, apoyando a familias en desgracia, los vi mostrando su formación, aquella que va más allá de los salones de clase pero que de alguna manera sale de estos mismos.

Por mucho años los padres le han reclamado a la escuela por no colaborar lo suficiente en la educación de los chicos, las escuelas le han reclamado a los padres por no mandarlos bien educados desde casa y en esa pelea sin fin el joven ha decidido ser el mediador mostrando que aunque no se vea, sí existe un trabajo en casa que les está otorgando la oportunidad de ser parte de la larga matrícula escolar del país y que la escuela está reforzando de manera favorable los valores y principios obtenidos de sus padres. Repito, aunque a veces no se vea.

La realidad es que las autoridades educativas se encargarán solamente de que las escuelas estén en condiciones para que la comunidad estudiantil pueda volver a clases seguros; es decir que el inmueble es seguro, pero ellos no pueden garantizar que la educación continúe. Esto nos corresponde a los padres, alumnos y profesores quienes de forma sobrada hemos demostrado que la educación está en nuestras manos YNO SE DETIENE.

Les dejo una frase de Benjamin Franklin para su reflexión: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.