Por: Gabriela Espinoza

Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) con sede en Cuernavaca, realizaron un estudio sobre el cigarro electrónico, con el cual se determinó que los adolescentes usuarios exclusivos de cigarros electrónicos pueden escalar a otras formas de consumo, ya que “el cigarro electrónico es una puerta de entrada de los jóvenes sanos y no fumadores a la adicción a la nicotina, ya que quienes usan este producto tienen más riesgo de fumar cigarrillos convencionales”.

El trabajo se realizó en las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey, donde se encuestaron más de 10 mil adolescentes con un promedio de edad de 12.4 años, de los cuales el 51% de los jóvenes reportó que conocían el cigarro electrónico, 10% dijo haber probado el cigarro electrónico y 4% reportó que no ha probado otros productos de tabaco como cigarros convencionales, aun cuando “hay una prohibición total en nuestro país sobre su promoción y venta”, indicaron en la investigación.

 

El 20% de los adolescentes lo considera menos dañino que el cigarro convencional, en base a las afirmaciones hechas en sitios (físicos y web) donde se venden estos productos, sin embargo,  “no existe ninguna información basada en evidencia científica ni en México, ni en el mundo, que permita afirmar que los cigarros electrónicos son menos dañinos que los convencionales”, aseguran.

 

 

Los investigadores detectaron que el uso de sabores dulces está relacionado con el consumo de cigarros electrónicos entre los jóvenes. El 40%  de los adolescentes que usaron el cigarro electrónico reportaron haberlo probado con sabor frutal, el 21% sin sabor añadido  y  el 13% con mentol. Los hombres son los que más utilizado este aparato, porque sus padres, familiares o amigos que fuman buscan nuevas sensaciones; y principalmente porque tienen la percepción de que el cigarro electrónico es menos dañino.

Por último el estudio informa que el uso de internet, es la principal fuente de información que consultan los jóvenes para conocer el cigarro electrónico y a pesar de conocer su riegos, lo usan.