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Por: Eduardo Guerrero

En México se consumen alrededor de 26 mil 32 millones de litros de agua embotellada, de los cuales 70 por ciento son en garrafón y el resto en botellas de plástico, una familia gasta alrededor de 200 pesos mensuales en consumo de agua embotellada, lo que representa el doble del costo por el servicio de agua entubada.

Estos datos ubican al país en el primer lugar de consumo de agua embotellada, por encima de Alemania y Brasil, en materia ecológica, el problema se genera ante el alto grado de desecho de botellas, ya que se calcula que diariamente este consumo genera alrededor de 21 millones de botellas de PET, las cuales se tiran a la basura de los cuales sólo se recicla alrededor de veinte por ciento, que tarda 500 años en degradarse.

Por lo anterior, la Comisión Permanente pidió a las secretarías de Salud y de Desarrollo Social, así como a la Comisión Nacional del Agua, un informe sobre las acciones implementadas o que se llevarán a cabo para disminuir el consumo de agua embotellada y lograr la potabilización y suministro de agua potable a la ciudadanía, el cual deberá ser entregado en un plazo no mayor a 15 días naturales.
Además, solicitó al gobierno federal que, a través de dichas dependencias, diseñe políticas públicas por las que se instalen bebederos de agua potable para consumo humano en parques, jardines y edificios públicos.

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En el texto del documento, aprobado por el pleno en la sesión del 22 de julio, también se reconoce que México es un país con baja disponibilidad de agua por lo que se presentó una propuesta de Ley General de Aguas en la Cámara de Diputados, la cual fue rechazada por diversas organizaciones de la sociedad civil quienes advirtieron que podría perjudicar a la población más necesitada, toda vez que se aprobaría la privatización y control del agua por parte de grandes empresas trasnacionales.

Por todas estas razones es necesario que se implementen medidas para mejorar el acceso al agua potable en las que se beneficie a las zonas rurales y urbanas, y que al mismo tiempo sean parte de las estrategias de mitigación de la pobreza.