Por: Risso Alberto

Uno de los discos más emblemáticos de las dos décadas más recientes ha sido, sin duda, Definitely Maybe de Oasis. Editado originalmente el 30 de agosto de 1994, el Larga Duración debut de los bravucones hermanos Gallagher llegó en un momento donde la escena musical en la que se movían sólo necesitaba un empujoncito más para convertirse en una de las últimas revoluciones musicales que marcaron a una generación entera.

Oasis no se género espontáneamente con Definitely Maybe. La banda nació en las entrañas de las calles tapizadas de fábricas industriales en Manchester, Reino Unido, una ciudad tradicionalmente industrial, donde la efervescencia musical estaba presente casi en cada esquina, cosa que logró plasmarse a la perfección dentro de su primer disco.

Así, el sonido encapsulado y la importancia de ese primer material de Noel y Liam Gallgher se remonta años atrás. En 1977, Joy Division comenzaba sentar las bases de la calidad musical que hay en el lugar, tras varios sencillos como She’s Lost Control y Digital editan Unknown Pleasures en el ’79, bajo el sello Factory Records, y luego de la muerte del Ian Curtis -y la muerte de Joy Division, por consiguiente- , la juventud sintió que había perdido algo muy suyo.

Este vacío tardó casi dos años en ser ocupado por la banda conformada por Andy Rourke, Mike Joyce, Johnny Marr y MorrisseyThe Smiths. Con sus características letras y estructuras melódicas, la banda liderada por Moz -apodo de Morrissey- logró que los ojos del mundo voltearan a descubrir el secreto mejor guardado de Inglaterra. Toda una escena musical independiente subterránea.

This Charming Man y How Soon Is Now? sonaban por toda la escena musical independiente británica; habían llegado incluso al programa musical Top Of The Pops, donde sólo se presentaban los números musicales mas destacados de esos momentos. A partir de ese instante, donde Moz blandía una ramo de gladiolas amarillas, se supo que la música independiente estaba tomando el control de la industria musical.

Luego de cuatro álbumes de estudio –The Smiths, Meat Is Murder, The Queen Is Dead y Strangeways, Here We Come-, veinte sencillos y un álbum en vivo, la banda  se desintegraría en 1987 debido a las peleas entre Morrissey y Marr, dejando de nueva cuenta un vacío en los jóvenes marginados durante una época muy gris en Gran Bretaña.

La muerte de The Smiths coincidió con el arribo de la música house, que estaba alimentada y potenciada por el éxtasis, una droga que andaba -literalmente- en boca de todos. Una nueva ola de bandas provenientes de Manchester llegarían a la escena para darle un giro psicodélico al ‘indie’.

Es aquí cuando The Stone Roses entra en el panorama, para cimentar lo que tres años más tarde se conocería como britpop. Con la edición de The Stone Roses, en 1989, bajo el sello independiente Silvertone, el grupo conformado por Ian Brown, John Squire, Mani y Reni, llevó su peculiar sonido, acústico y profundo, que remitía a la psicodelia de la costa este norteamericana, a los jóvenes que se encontraban en la necesidad de escuchar algo que les llamara y con lo que pudieran identificarse.

Como siempre, las peleas y los roces terminaron con la banda, pero en esta ocasión el hueco musical que quedaba ya no era tan grande, pues habían arribado a la escena bandas como Pulp y Radiohead. Poco a poco la revalorización de la música británica estaba cobrando más y más adeptos.

De este modo, Noel Gallagher, quien había regresado de ser roadie en el tour de The Inspiral Carpets, pudo observar de primera mano lo que se vivía detrás y delante de los escenarios. Para su sorpresa, su hermano menor, Liam, se encontraba formando una banda llamada The Rain. Sin ser lo suficiente buenos, Liam pidió ayuda a su hermano, que aceptó con una sola condición: que él fuera quien escribiera las letras y las canciones.

“O me dejan escribir las canciones y somos superestrellas, o se quedan aquí en Manchester para el resto de sus tristes vidas”, sentenció Noel Gallagher al resto de la banda antes de  conformar Oasis.

Luego de asumir el control de la banda,  Noel y compañía comenzaron a tocar en pequeños clubes, donde poco a poco se fueron construyendo un nombre, una reputación y un estilo. En 1993 se enteraron que un productor en busca de bandas asistiría al club King Tut’s Wah Wah Hut, en Glasgow, Escocia. Estuepefacto por la enérgica y ruidosa presentación de Oasis, Alan McGee, ejecutivo del sello Creation Records les ofreció, cuatro días después su primer contrato discográfico por cuatro álbumes, nada mal para una banda que hasta hace dos años no tenia nada.

Después de firmar con Creation Records, Noel comenzó a componer el material que conformaría Definitely Maybe. La primer rola en salir de estas sesiones fue Supersonic.

“La grabamos en una sola noche en Liverpool. Fuimos a grabar el demo de Bring It On Down, pero no quedo bien. Teniamos que hacer algo y compuse Supersonic en media hora. La grabamos esa misma noche, la mezclamos, no se volvió a mezclar, esa toma es la que quedo. Fue una noche maravillosa.”recuerda Gallagher.

El también guitarrista de la banda compuso postetiormente Shakermaker; ambas rolas salieron a la venta en la primavera del 94, ingresando de inmediato al Top 40 del Reino Unido. En agosto del mismo año, Live Forever entraría al Top 10 de ventas, lo que catapulto a la banda no sólo al estrellato mundial, sino también les hizo acreedores a un lugar en la historia del rock con tan sólo un álbum.

Con 11 tracks, el álbum debut de Oasis sintetiza toda esa crudeza vivida por los Gallagher en las oscuras calles industriales del Manchester de principios de los 90. Las rolas no hablan de pretensiones artísticas elevadas, ni de razonamientos filosóficos profundos; los Gallagher hablan de cosas reales, sentimientos reales; hablan de las ganas de estar en un lugar mejor; de como, a pesar de vivir en un hoyo, puedes salir y demostrarle a todos que aún viniendo de ese difícil lugar puedes lograr lo que quieras, teniendo como único estandarte la actitud para comerte el mundo.

Como ejemplo, el track con el que abre el disco, Rock ‘n’ Roll Star,  y su reclamo a aquellos que creen que el rock es sólo una perdida de tiempo. O Supersonic con su desfachatado canto a la individualidad personal. O Cigarettes & Alcohol, diciendo que lo único que necesitas para divertirte son cigarros y alcohol. Simple, sin pretensiones, así encapsularon en el Definitely Maybe el canto de una generación.