Por: Risso Alberto

Hace 45 años, en un día como hoy, falleció la leyenda del rock estadounidense James Marshall Hendrix, mejor conocido como Jimi Hendrix, el virtuosísimo guitarrista eléctrico de mano zurda solía utilizar una Fender Stratocaster para generar sonidos impensables e imposibles para su tiempo.

Con sólo siete años sobre los escenarios, Hendrix se convirtió en una pieza esencial para la evolución de la historia de la música. Incursionó y dominó géneros como la psicodelia, blues, funk, jazz y hard rock (para algunos fue su precursor); asimismo descubrió técnicas y efectos en la guitarra eléctrica como el fuzz tone y el wah-wah.

El guitarrista murió en un hotel de Londres a los 27 años cuando su talento ya se mostraba en los mejores festivales de la década de los 60. Su fallecimiento se debió a una asfixia provocada por la inhalación involuntaria (mientras dormía) de su vómito, generado por una reacción alérgica a unos somníferos mezclados con alcohol.

Hoy se le recuerda por su personalidad avasalladora en los escenarios, exaltada por las vestimentas de colores sicodélicos que solía utilizar. Hendrix destellaba tocando la guitarra de espaldas, con una sola mano, entre las piernas, con los dientes. Pese a que su voz no era extraordinaria como sus riffs, ésta trascendió y quedó inmortalizada en sus únicos tres álbumes de estudio que grabó junto a The Jimi Hendrix: Are You Experienced? (1967), Axis: Bold as Love (1967) y Electric Ladyland (1968). Después de su muerte, discos inéditos salieron a la luz, decenas para ser exactos.

Jimi Hendrix empezó a tocar guitarra a los doce años y se formó en solitario escuchando a artistas de la talla de B.B. King. En 1964, después de haber iniciado su carrera tocando para reconocidos artistas de rhythm and blues y soul, formó la banda Jimmy James and the Blue Flames y escribió sus primeras canciones en los Estados Unidos. Prontamente su talento fue descubierto en un club neoyorkino por Chas Chandler, miembro de  The Animals, quien lo invita a actuar en Inglaterra.

En octubre de 1966 debutó en The Jimi Hendrix Experience junto a  Mitch Mitchell (batería) y Noel Redding (bajo/coros), banda que lo catapultó a la fama y con la que llegó a consagrarse mundialmente el 18 de junio de 1967 en el Monterrey International Pop Festival. Cerrando su set con Wild Thing, un cover de The Troggs, quemando su guitarra y destrozándola ante una audiencia que quedó perpleja.

Tras el éxito sobre los escenarios Hendrix llegó a ocupar el top 10 de las listas de Inglaterra con varias de sus canciones, entre ellas Purple HazeThe Wind Cries Mary Hey Joe. Lamentablemente sus ganancias las destino , en parte, a la compra de drogas -marihuana, heroína y LSD-, mostrando que desde sus inicios, su vida estaría marcada por una adicción que se iría acrecentando hasta su propia muerte.

No obstante, esa vida bohemia no lo privó de brindar la mejor actuación de su vida al encabezar el famoso Festival de Woodstock de 1969 cuando conformaba el sexteto Gypsy Suns & Rainbows (tras el rompimiento con  The Experience en ese mismo año). Su desempeño lo llevó a convertirse en un mito y símbolo de aquel festival en el que participaron artistas de gran trayectoria como Ten Years After, Joe Cocker, Carlos Santana, Janis Joplin, Joan Baez, The Who y Crosby, Stills & Nash.

Antes de la tragedia de su muerte -cuyas circunstancias aún no han podido ser completamente explicadas-, casi al finalizar el año 69, Hendrix volvió al formato de trío y se presentó en Nueva York con Band of Gypsys, integrada por el legendario Buddy Miles y Billy Cox; pero tampoco permanecieron unidos por mucho tiempo. También colaboraría con otros artistas de la talla de Sam Cooke, Ike & Tina Turner o los Isley Brothers.

Hoy por hoy existe unanimidad entre críticos musicales al colocarlo como el más grande guitarrista de la historia del rock. Revistas Rolling Stone, Time, y la especializada Total Guitar, también lo destacan como tal. Y es que Jimi Hendrix, pese a los problemas personales y las controversias a lo largo de su vida, siempre estuvo preparado para ser el mejor. En apenas siete años dejó un legado que hasta el día de hoy es escuela para jóvenes guitarristas que desean incursionar en la filosofía sexo, drogas & rock and roll.