Por: José Manuel Mota Fernández/

River Plate se convirtió en el nuevo monarca de la Copa Conmebol Libertadores, luego de derrotar 3-1 a su similar de Boca Juniors, en un partido que se celebró en el Estadio Santiago Bernabéu, en España y que le dio un boleto a los argentino para disputar el Mundial de Clubes.

Pasaron dos semanas desde aquel 24 de noviembre, día en el que estaba pactada la final de vuelta de la Copa Libertadores que empató a dos en la ida y que no se pudo celebrar por el comportamiento de algunos aficionados que apedrearon en camión de Boca Juniors, dejando algunos lesionados.

La polémica creció exponencialmente. Mientras unos pedían descalificar al equipo agresor y quedarse con la Copa, otros estaban luchando por mantener abierto su estadio por si la final, que se supone se iba a jugar un día después, estuviera disponible para todos los asistentes.

Pero la decisión fue mandar el partido a España, el país de los Conquistadores albergó la final del torneo en honor a los Libertadores y las acciones, como esperaban algunos de los especialistas, no dio para mucho, pues todo se centró en pases largos que terminaron en el dominio del equipo rival.

Así pasaron los minutos hasta que llegó el 43′, y con él, la parte más emocionante de los primeros 45 minutos. El portero de Boca regaló el balón pero el cuadro ‘Millonario’ no lo supo aprovechar y a cambio obtuvo un contragolpe fulminante a tres toques que terminó con la definición de Benedetto a un costado de Armani; amarraron la ventaja para el descanso.

La parte complementaria no cambió mucho, e incluso, por lapsos hubo menos actividad que en el primer tiempo. Una de las más claras llegó cerca del 60 con un balón filtrado para Lucas Pratto que intentó techar a Andrada pero que no encontró dirección de portería y que tampoco se señaló como penal a pesar de las insistencias.

Pero River, más adelante, encontró en Pratto la anotación que igualó el global. La jugada inició y se gestó por el costado derecho de la cancha y terminó con un centro al corazón de la zona penal donde apareció el delantero del equipo de la Plata para romper las redes del cuadro rival.

Poco a poco, el tiempo se fue escurriendo y llegó así el minuto 78, decisivo en la serie final. El árbitro señaló un tiro libre indirecto dentro del área de River para darle una gran oportunidad para Boca que no supieron aprovechar: el balón no llevaba dirección de gol y todo terminó con la barrera y que obligó el partido al alargue.

El primer tiempo extra no fue bueno para Boca Juniors, y es que Barrios, a dos minutos de haber empezado el juego, le dejó el pie en el abdomen a su rival y el árbitro le mostró la segunda amarilla que dejó al cuadro ‘Xeneize’ con uno menos y mucho tiempo por delante.

Así, se fue complicando el panorama para los que tenían el rol de visitantes y, en los inicios del segundo tiempo, se definió el marcador. Juan Fernando Quintero recortó hacia el centro del área y sacó un derechazo letal al ángulo superior izquierdo del arco rival para poner el 2-1 y darle la gloria al equipo ‘Millonario’.

Para ponerle la “cereza al pastel” Martínez aprovechó el corte de Franco Armani en el tiro de esquina del equipo rival y, debido a que Andrada estaba en el arco enemigo, el jugador de River corrió completamente solo para empujar la bola al fondo de las redes y poner el 3-1 final.

River Plate es el segundo equipo sembrado en las semifinales del Mundial de Clubes junto con el Real Madrid.