Por: José Manuel Mota Fernández

Recientemente se hizo oficial la llegada de Rafael Márquez, al equipo que le dio la oportunidad de debutar en el fútbol mexicano. Procedente del Hellas Verona, Rafa, firmó por un año con la escuadra rojinegra para posteriormente despedirse del fútbol.

Márquez debutó en la fecha 11 del torneo invierno de 1996, en un partido contra los pumas. En este equipo, “El káiser de Michoacán” tuvo actuaciones notables y fue hasta el año de 1999, cuando Rafa, junto con un equipo muy joven, apodados “Los niños héroes”, dieron un torneo que todo aficionado atlista recordará.

Fue este torneo, el que catapultó al zamorano a ser llamado por el equipo europeo AS Mónaco. Con apenas 20 años de edad, debutó en el viejo continente. Esa temporada, el equipo francés se proclamó campeón de la Ligue 1 y de la Supercopa de Francia.

Ya como integrante importante de la Selección Nacional de México, jugó su primer mundial, el mundial de Corea – Japón 2002, donde fueron eliminados en los octavos de final.

En 2003 volvió a probar las mieles de la victoria cuando ganó la Copa de la Liga Francesa, tras conseguir este título, se veía venir un futuro prometedor para el mexicano.

Ese mismo año, fichó con el equipo español FC Barcelona, donde alcanzó el punto máximo de su carrera. En siete años jugando para este equipo, consiguió los logros más importantes, entre ellos dos títulos de la Champions League, cuatro títulos de liga, tres Suercopas de España, una copa del rey, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Gracias a estos logros, se ganó el apodo “El príncipe de Cataluña”.

En 2010, terminó su etapa con el equipo blaugrana y llegó a New York Red Bulls, consiguiendo ganar la Emirates Cup en 2011.

Sólo militó un año en este equipo, para regresar al fútbol mexicano en 2013 con Club León. “El eterno capitán” fue pieza importante en el bicampeonato de la fiera en los años 2013 y 2014, con esto, regresó a la selección mexicana para disputar su último mundial en Brasil.

Tras la buena participación que tuvo en la gesta futbolística más importante del mundo, llamó la atención del equipo griego Hellas Verona, donde militaba hasta hace poco.

Con la llegada de Márquez a Atlas, intentarán que el equipo no se acerque más a los lugares más bajos del descenso.