Por: Luis Fernando Meneses

Fue inevitable no pensar en aquellos encuentros librados entre patriotas y gigantes en las ediciones del 2007 y 2011 del Super Bowl, en los cuales el equipo de la gran manzana se alzó con la victoria en los últimos minutos de juego.

La manera en la que Eli Manning se ponía la casaca de héroe con grandes recepciones de Victor Cruz, celebrando con su característica salsa conel resto del equipo ofensivo.

Del otro lado, veíamos un Tom Brady triste, inconsolable, al caer en ese par de ediciones frente al mismo equipo, de la misma manera, pero el fútbol tiene revanchas.

El MetLife Stadium recibía el encuentro. Los patriotas en calidad de visita y con racha invicta, no permitirían que los de Nueva York aprovecharan el factor localía a su favor. Tom Brady y compañía querían la victoria a toda costa.

Gigantes, que hasta llegaba al compromiso con 5-4, necesitaba de la victoria con la finalidad de aspirar a la ronda de playoffs o comodines, sin embargo, hoy su fútbol y la suerte no estuvieron de su lado.

El trámite del partido era muy emocionante. Con una defensiva correcta de los locales, que con el apoyo de su afición se esforzaba por frenar a uno de los mejores conjuntos al ataque, los patriotas se veían imposibilitados de abrir el marcador. Sin embargo, el menor de los Manning lanzaba sin suerte.

A falta de 6:14 minutos en el reloj para finalizar el primer cuarto, Scott Chandler recibía el balón lanzado por Tom Brady, y de esta manera se abría el marcador, Stephen Gostkowski conectaba el extra.

Un minuto más tarde, Odell Beckham Jr, igualaría el marcador al bajar de manera correcta un balazo de 87 yardas de parte de su mariscal de campo. A partir de entonces, ambos equipos dejaron de lado la precaución, el campo era un sitio de batalla que ambos pelearían a muerte.

Para el segundo cuarto, la situación no fue distinta. Ambos frenaban las ofensivas del contrario y se veían obligados a despejar pues la cuarta oportunidad llegaba a las series ofensivas tanto de los de Boston y los de Nueva York. No había un claro favorito, el juego se estaba cerrando. El marcador sería nuevamente alterado por los dirigidos de Bill Belichick, esta vez, conducto de un gol de campo de Stephen Gostkowski desde la yarda 31 del rival.

Faltando poco más de 3 minutos para que el primer medio viera su fin, los Gigantes, convencidos de no perder en casa, conectarían un gol de campo de 37 yardas por Josh Brown. Cuando todo parecía indicar que el segundo tiempo iniciaría con un empate, Eli Manning lanzaría para Dwayne Harris y ponía el 17-10.

Al reanudarse el encuentro, se sabía de antemano la clase de espectáculo que ofrecerían ambas escuadras. Nueva Inglaterra por un lado acostumbrado a remontar los marcadores con un juego un poco más que talentoso por parte de los ofensores. Nueva York, por el contrario, queriendo incrementar la ventaja que tenía hasta entonces de 7 puntos.

Una lección que en cada semana de la NFL se puede apreciar es que si llegas a zona final y no conviertes de 7 puntos, puedes pagar las consecuencias, sobretodo si tu equipo son los Pats.

Nuevamente tendría que salir el pateador de Gigantes, esta vez para acertar en su intento de gol de campo de 38 yardas tras una serie ofensiva de diez jugadas.

El reloj se encontraba a 5 minutos de anunciar el final del tercer cuarto y un regreso de patada sería el despertar de un conjunto que en los últimos 10 minutos poco había mostrado. Dany Amendola, arma clave para Brady, tropezaba con su compañero luego de 82 yardas recorridas en la yarda 7 del rival. Dos jugadas después LeGarrette Blount daba la anotación a su conjunto para acercarse a 3 puntos. Unos minutos más tarde, el pateador neoyorquino duplicaba la ventaja.

Los fantasmas parecían llegar a la cita en el momento exacto. El marcador estaba 24-23 luego de la anotación de los bostonianos, conducto del lider receptor del partido, Rob Gronkowski, recibiendo un ovoide de 76 yardas. Sin embargo, cuando estaban en segunda y gol, Tom Brady tendría su tercera intercepción en la temporada, cuando Trumaine McBride cortaba la trayectoria de su pase.

Parecía un deja vu de las ediciones pasadas del Super Bowl. Eli Manning encabezaba una serie vital para las aspiraciones de su conjunto. Pero todo cambió en un instante. Una anotación anulada en favor del local terminó con tres oportunidades desperdiciadas. Gigantes se debía conformar con otro gol de campo.

Sólo dos puntos arriba del rival, empezaba Nueva York a defender, resisitendo a más no poder esperando que el tiempo se consumara, para entonces Patriotas no tenía tiempos fuera. En el último segundo y con 56 yardas por vencer, entraba el pateador de los patriotas de Nueva Inglaterra. Consciente de que el juego estaba en sus pies, llegaba el balón de manera impresionante para lograr los 27 puntos y la victoria.

Nueva Inglaterra afrontará la próxima semana en contra de Buffalo. Nueva York buscará mantenerse en el primer puesto de su división en contra de Washington, rival divisional.