Por: José Manuel Mota Fernández/

Los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) terminaron con nueve partidos consecutivos sin poder derrotar al América y llegaron a su segunda victoria al hilo, tras superar por la mínima al equipo de Coapa este Domingo desde la cancha del Estadio Olímpico Universitario.

El partido más esperado del torneo para los Pumas llegó y es que luego del 6-1 en la vuelta de las semifinales del Apertura 2018 en contra del América, puso la victoria sobre este equipo como uno de los objetivos en la campaña y las cosas, desde el inicio, fueron de nervio y poca atención por parte de los dos equipos.

Y es que en este tipo de encuentros perder no es opción y las emociones, dentro y fuera de la cancha, están a flor de piel y los jugadores, los protagonistas, tienen una carga especial sobre su espalda, la cual se traduce en no equivocarse bajo ninguna circunstancia.

La primera de peligro llegó en los minutos iniciales, con Pablo Jáquez y Nicolás Castillo, quien le robó a bola a su ex compañero y, a pesar de que estaba adentro del área, no pudo completar la jugada pues el equilibrio le desfavoreció y terminó en el suelo, además de tener una ola de reclamos y silbatinas por parte de la afición.

Poco a poco el ritmo se perdió y el juego se rompió para terminar con una pausa prolongada de jugadas de peligro que se extendió hasta la parte complementaria, cuando el sueño de los universitarios, casi tres meses después, se hizo realidad en un partido que se vendió como “revancha”.

Fue desde la esquina, con un centro al corazón del área en el único espacio donde no había jugadores de ninguna institución, ahí llegó completamente solo Carlos González y con un cabezazo superó a Agustín Marchesín, quien solamente pudo ver cómo el esférico estaba al fondo de su portería.

El producto de esto fue la constante presión de los visitantes, del actual campeón del futbol mexicano que no pudo hacer prácticamente nada ante la zaga auriazul y el portero del mismo, pues éste se tendió en dos ocasiones para tapar y terminar con las aspiraciones de los pupilos de Miguel Herrera.

Dentro de la marca de los últimos 10 minutos el nerviosismo, como es costumbre, se incrementó y América apretó cada vez más. Todos los de blanco estaban en los linderos de su área y solamente uno estaba cerca de la media cancha para buscar un contragolpe, mismo que ya no fue necesario.

El próximo partido de los Pumas será frente a León en la cancha del Olímpico Universitario.