Por: José Manuel Mota Fernández/

El Clausura 2018 vivirá sus últimas dos fases de la etapa regular y, al terminar las mismas, se conocerá al equipo que perderá la categoría y, en caso de que el equipo que ascienda tenga derecho a participar en la primera división, jugarán al menos dos temporadas en la categoría de plata.

Se trata de los Tiburones Rojos de Veracruz y los Lobos BUAP que siguen en lo más bajo de la tabla porcentual. Sin embargo, el cuadro licántropo tiene en sus manos el poder de mandar a los escualos a la división de Ascenso, pues necesitan un esfuerzo mínimo para mantenerse en la máxima categoría.

Con 32 puntos de 96 disponibles, los de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, necesitan solamente cuatro unidades para poner en aprietos en los del puerto, ya que estos se verían obligados a ganar los dos partidos que les quedan para quedarse en la Liga MX.

Además, si Lobos BUAP llegara a ganar sus dos partidos, el cuadro dirigido por Guillermo Vázquez Herrera estarán automáticamente deportiva, sin importar que los de Veracruz ganen sus dos duelos restantes, ya que terminarían con un cociente de 1.1176 y 1.0980, respectivamente.

En caso de que los jarochos pierdan la siguiente jornada y los poblanos sumen tres puntos, todo se definiría hasta la décimo séptima jornada, pues en caso de que ambos clubes solamente sumen tres puntos en los últimas dos jornadas, serían los de la BUAP los elegidos para regresar a la división de ascenso.

Además, si ambas escuadras suman solamente dos puntos de los últimos seis disponibles, los de Fidel Kuri se quedarían en la primera división, mientras que los de Puebla tendrían que regresar a la división de Ascenso, y estarán a la espera de poder conseguir una plaza en la Liga MX.

 

Los partidos de la BUAP serán en contra de Monterrey y Puebla, mientras que los escualos enfrentarán a Toluca y Cruz Azul.