Por: José Manuel Mota Fernández

El futbol es el deporte más popular en el mundo simplemente por la fácil y sencillo que es verlo, entenderlo y jugarlo. Aún así hay personas que no son muy allegados a esta práctica y se preguntan: ¿Qué chiste tiene el futbol?, ya que para ellos solo son 22 personas correteando y pateando un objeto redondo.

Pero el futbol va más allá de eso ya que funciona como un distractor para todos los aficionados, ya que dentro de un estadio o frente a una pantalla, por noventa minutos se olvidan de todos los problemas que por los que están atravesando. Durante ese tiempo no existe nada más, todo gira en torno a un balón y a 11 guerreros que se han convertido en ídolos.

Como lo menciona María Ángeles Martínez en “Mito y deporte: la reinvención del héroe”, los seguidores de algún deporte, principalmente en el futbol, buscan “llenar un vacío emocional” con los jugadores que están dentro de la cancha por el simple hecho de que a ellos los consideran como personas exitosas y buscan reflejar eso en su vida y eso genera aún más fanatismo.

Es muy común ver a niños en las calles, “echando la reta” o “tirando la cáscara” y que en el transcurso del reñido partido se hacen llamar como sus más grandes ídolos, esto es, principalmente, a lo que están aspirando a ser cuando dejen de jugar en una calle o terreno baldío para saltar a los terrenos profesionales, si es que algún día lo logran.

Pero ¿por qué es importante el futbol para las personas? Como se mencionó antes, este deporte ayuda a que las personas se olviden por un momento de los problemas en el trabajo, escuela o en la casa y al momento de ir a un estadio y gritarle de todo al equipo rival o a los árbitros, es una manera de desahogarse de todos los males que los aquejan.

No solo es eso, también puede unir una familia como lo señala Juan Villoro en su libro “Balón Dividido”, mismo en el que dice: “Un estadio es el mejor lugar para tener un padre”, ya que como él mismo dice, hay padres que solo le hablan a su hijo cuando están viendo un partido de futbol.

El fanatismo va más allá de eso, de hecho, el futbol detuvo por un día la guerra civil del 2005 en Costa de Marfil. Aquel día Didier Drogba, estrella del Chelsea, hizo un llamado de paz a su país para que detuvieran el golpe de estado porque “Un gran país como el nuestro no puede rendirse al caos”, esas fueron las palabras del futbolista.

Otro ejemplo del fanatismo que no es tan bello como el pasado fue lo que sucedió en la final del Mundial de Brasil de 1950 cuando Uruguay venció a Brasil en la final del torneo, luego de que el ‘Scratch Du Oro’ llegó al partido decisivo sin perder un solo partido. Luego del marcador de 2-1 a favor de los ‘Charrúas’ y la incredulidad de las personas, algunos de los hinchas se quitaron la vida, eso prueba que desde hace mucho tiempo el futbol es la vida de algunos cuantos.

No es por hacer más al futbol sobre los demás deportes, todos ellos derrochan adrenalina y pasión, por ejemplo, en las carreras de Usain Bolt (que ahora quiere ser futbolista) el mundo se detiene por nueve segundos o en el Superbowl que es el evento deportivo más visto a nivel mundial. Pero ninguno de ellos podrá tener el impacto que tiene el futbol sobre las más de 270 millones de personas a nivel mundial que lo siguen, esto según el Gran Censo de la FIFA publicado en el 2006.

Otro aspecto importante de este deporte es la fidelidad que produce entre los hinchas, es más probable que estos cambien de esposa en repetidas ocasiones o bien que consigan una amante a que dejen de apoyar al equipo de sus amores, eso es algo muy raro de ver entre los aficionados y los que han llegado a hacerlo, de traidores no los bajan y es uno de los insultos más grandes en este deporte.

Es por eso que es el deporte que más aficionados tiene a nivel mundial y el que más fanatismo tiene, no solo por ser el que más fácil de jugar es o el que tiene las reglas más fáciles de entender, sino por todo lo que puede llegar a hacer “el deporte más bello del mundo”.