Por: Redacción/

México tiene listos a los representantes juveniles de tiro con arco que viajarán en octubre a Buenos Aires, Argentina, para los III Juegos Olímpicos de la Juventud.
Luego de tres controles internos para la categoría cadete juvenil, Valentina Vázquez Cadena y Carlos Vaca Cordero consiguieron las mejores puntuaciones con un total 307 y 339 puntos, respectivamente, lo cual les otorgó la clasificación a la justa Olímpica.

“Siento un gran orgullo y satisfacción al saber que tengo esta gran oportunidad de representar a México, ya que es un gran honor. Yo me preparé mucho para los tres controles selectivos que se llevaron a cabo para dar un buen resultado. Me siento en un buen momento, acabo de dar buenos resultados en el último selectivo y en Olimpiada Nacional, ahorita pretendo mantener el nivel y reforzarlo antes de octubre”, mencionó la arquera multimedallista de la última Olimpiada Nacional.

Por el otro lado, Carlos no se queda atrás. Ambos deportistas fueron los líderes al final de los tres controles, aunque en el caso de Valentina, ella dominó desde el primero en Monterrey, también en la Ciudad de México y por último en Chihuahua.

“En este momento me siento bien, pero necesito mejorar algunas cosas tanto mentales como técnicas. Me siento muy emocionado y feliz por este logro, y voy a trabajar estos próximos meses con mayor intensidad y mucho compromiso”, comentó el deportista de 16 años.

De igual forma, el queretano es fruto de un proyecto de reserva juvenil, que el área técnica de CONADE ha orientado para conformar a los deportistas en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR).

“Como persona no me conformo, busco siempre la excelencia y la perfección. Como arquero me enfoco en mi tiro y me conozco muy bien. Hay arqueros que están arriba de mí, y eso me motiva a seguir mejorando para algún día ser el número 1”, dijo el joven acreedor de tres preseas doradas en Olimpiada Nacional.

Pese al intenso entrenamiento y preparación que están teniendo los deportistas, su lado humano está muy presente y va de la mano con el ámbito deportivo, el cual consideran que con el paso de los años, mejorarán exponencialmente.

“Me gusta ayudar a las personas que están pasando un mal momento. Como arquera he mejorado demasiado en mi actitud, ya que a veces no lograba contener mi carácter. Gracias a la experiencia y a las lecciones, he aprendido a escuchar y a no desesperarme cuando las cosas no están saliendo como lo esperaba. Me siento bien de haber mejorado mi actitud”, señaló la arquera oriunda de Nuevo León.

“Como todo deportista uno busca el oro y quiere ganar –mencionó Carlos Vaca- mi objetivo es clasificarme dentro de los primeros cuatro lugares en los Juegos Olímpicos de la Juventud para que en ronda individual me toque una buena llave y así pueda conseguir una medalla”.

La familia es una parte fundamental en este proceso de formación, tanto para Carlos como para Vale. Los dos están muy agradecidos con sus padres y entrenadores por todas las enseñanzas que les han dejado en su corta pero exitosa carrera deportiva.

“Mi familia siempre ha estado a mi lado y me han enseñado a nunca rendirme cuando no esté en mi mejor momento, porque este deporte es de altas y bajas. Le agradezco a mi hermana con quien comparto todo, a mi entrenador que me ha convertido en lo que soy ahora como deportista, mis amigos que me han apoyado siempre y también a mi compañero (Carlos Vaca) con quien iré a los juegos y siempre me apoyaba cuando estaba nerviosa”.

Ahora los jóvenes atletas seguirán el proceso rumbo a esta competencia juvenil en la capital argentina y se concentrarán en un campamento donde seguirán detallando todos los aspectos que requiere arquero completo.

“Tengo la meta de llegar a las finales. Me gustaría llegar al oro, ya que es mi sueño, pero me sentiría muy bien si ganara una medalla, sin importar el color, solo el esfuerzo que hice para conseguirla”, dijo Valentina Vázquez, mientras que Carlos Vaca agregó: “Aumentaré mis puntajes, pero además seré más constante. Tengo que mejorar mi actitud ante una mala ronda, flecha, competencia y derrota; pero voy por una medalla a Buenos Aires.