Por: Iudex

Fernando Hernández Gómez no da mucho de que hablar y en el mundo del arbitraje eso es lo que se necesita. Sus actuaciones son sobrias, limpias, nunca se ha visto envuelto en la polémica y ahora ya se ha convertido en un árbitro de confianza para la Comisión de Arbitros, todo esto, sin tener Gafete FIFA. Gracias a eso, el día de hoy pitará su primera final como árbitro de primera división.

Debutó el sábado 25 de julio del 2015 en un partido muy flojo, Dorados recibió a los Jaguares de Chiapas que terminó en un empate a cero goles y solo mostró dos tarjetas amarillas, una por equipo. Fue en el siguiente torneo, en el Apertura 2016 cuando recibió su primer partido pesado y fue ahí cuando demostró que el mote del “futuro del arbitraje mexicano”, no le quedaba grande.

Tenía solo 12 partidos como central en la primera división y el 13, número que consideran de la mala suerte fue el encuentro entre Chivas y Pumas, el cual terminó con un marcador de 4-0 a favor del Rebaño. Su actuación fue soberbia, brillosa y nada comprometida, le probó a los demás silbantes que con tarjetas rojas no se controla un partido de esta índole y en esa jornada, él fue el mejor calificado por la FMF.

Desde ese día, partidos como el América 3-3 Monterrey, Cruz Azul 3-4 América y el Chivas 2-1 Pumas, se han desarrollado con el novato silbante en la cancha y en todos y cada uno de ellos, pasó lo que tenía que pasar, fueron los jugadores los que brillaron dentro del terreno de juego y el arbitraje, como se debería acostumbrar, quedó en segundo plano, de nueva cuenta, su trabajo lo hizo casi a la perfección.

Ahora muchos podrán decir que tiene muy pocos partidos en este torneo de la Copa MX para poder pitar la final del torneo, más si incluye a las Chivas y es que en la presente campaña solo ha estado en tres partidos, dos de la fase regular y uno en eliminatorias, pero ellos no saben que desde su ascenso hasta hoy, ya ha pasado por 35 partidos de fase regular de la Liga MX, un partido eliminatorio de ese torne, 21 juego en la etapa ordinaria de la Copa MX y dos más eliminatorios, todos ellos sin problema alguno.

Bueno, solo tuvo un caso polémico pero él fue la víctima. En este torneo, el pseudofutbolista Pablo Aguilar intentó propinarle un cabezazo por haber sido eliminados de la Copa a manos de Tijuana y es que el defensor calificó como injusta la tarjeta roja a Güemez por prácticamente haberle pateado la cabeza a su rival. Después sancionaron a Aguilar poco tiempo, hubo una segunda sanción y el resto de la historia ya se conoce.

Que siga con el trabajo constante y en muy poco tiempo el Gafete FIFA va a estar en su pecho y, de los árbitros de primera división que no lo tienen, él es el único que se lo merece.

¡Enhorabuena, Fernando Hernández!