Por: José Manuel Mota Fernández

Luis Enrique Santander nos enseñó una vez más la manera más fácil de echar a perder un partido, de manchar por completo una actuación que era buena y de prácticamente regalarle el título a un equipo, en este caso, las Chivas. Señor Santander, la jugada de Ismael Sosa dentro del área, sí era penal.

No es por demeritar el trabajo de las Chivas, supieron controlar la ofensiva de los Tigres, desaparecieron a Gignac y neutralizaron las bandas sin dejar que Ismael Sosa y Jürgen Damm llegaran a una posición cómoda para intentar hacerle daño a sus rivales; los rojiblancos lo hicieron muy bien.

Desafortunadamente, como se ha dado en los últimos partidos de final, el árbitro debe tener protagonismo y casi siempre lo hacen con acciones que influyen notablemente en un partido, como el pasado domingo que Sosa recibió una patada a la altura de la espinilla dentro del área penal, pero Santander hizo caso omiso y dejó seguir la jugada cuando era un penal claro.

Como lo dijo Ismael Sosa después del partido: “Es una vergüenza que Santander no tuvo los huevos para cobrar el penal”, una de todas las declaraciones certeras que se dieron por parte de los Tigres al final del atraco… perdón, del partido.

Otra cosa muy cierta se mencionó, una que ya no es sorpresa y que se ha visto en diversas ocasiones, a los árbitros les pesa mucho la playera pero no la que traen puesta, les pesa pitar en contra de América, Chivas, Cruz Azul e incluso los Pumas, que son los más beneficiados por el gremio arbitral, de eso no hay duda.

Espero con ansias la implementación de la tecnología en el futbol mexicano, imagínense, ¿qué hubiera pasado si en la Liga MX ya existiera el VAR? Probablemente Tigres hubiera empatado a Tigres en el 90+3′, se hubieran ido a tiempos extras y con la inercia en esa media hora más de juego, los de Ferretti se hubieran impuesto sobre el Rebaño, pero en el futbol como en la vida, el hubiera no existe.

Pero ese no fue el único error y hay que reconocer que Tigres también se vio beneficiado, esto cuando se armó la bolita de empujones al minuto 82, ahí, Jesús Dueñas se debió haber ido expulsado porque jaló de la cara a Rodolfo Pizarro hasta llevarlo al suelo, sin embargo, no recibió ni el cartón preventivo, pero ni eso se compara con no marcar el penal.

Afición de Guadalajara, este va para ustedes, ya no van a poder decirle a los del América que son unos tramposos, que solamente ganan con ayudas arbitrales y que juegan con 12 dentro del terreno de juego, porque el día de ayer ganaron al más puro estilo de las Águilas.