Por: Iudex/

Afortunadamente para el arbitraje mexicano el Apertura 2017 ya se terminó y es que el balance para los famosos ‘Hombres de Negro’ no fue bueno como se esperaba con el cambio en la presidencia de la Comisión de Árbitros, que ahora tiene a Arturo Brizio al frente.

Lamentablemente, el trabajo de los colegiados a los largo de las 17 semanas de la fase regular, con excepciones incluídas, perjudicó directamente el gran trabajo que se vio a lo largo de toda la fase de eliminación directa donde se puede decir, que fue de primer nivel.

En ese aspecto, no queda nada más que felicitar a Fernando Guerrero, Jorge Isaac Rojas, Jorge Antonio Pérez Durán, inclusive a Óscar Macías Romo que fueron los más destacados en la liguilla del futbol mexicano y que por un momento olvidaron la constante lucha de egos y poder entre la AMA y la Comisión de Árbitros.

Pero está el otro lado de la moneda, ese que manchó completamente el desempeño de lo nazarenos. A lo largo de la fase regular vimos uno de los peores arbitrajes en la historia del futbol mexicano, que se vio plagado de errores, conflictos internos y lo más deplorable de todo, la falta de preparación.

Es risible, desagradable y triste que algunos de los árbitros que portan el Gafete FIFA no tengan la capacidad física para pasar los exámenes, pero es peor que después de eso, las cabecillas del gremio arbitral tengan el distintivo en el pecho y es aún más sorprendente que uno de ellos estuvo cerca de ir a la Copa del Mundo.

Por otra parte, está el trabajo de Arturo Brizio Carter, ex silbante mundialista que fue visto como la solución. No es necesario revisar partido por partido para llegar a la misma conclusión: Su gestión fue y sigue siendo una vergüenza para el futbol mexicano, porque a lo largo de un torneo, solamente tomó una decisión buena.

Ahora, todos los silbantes sin tomar en cuenta a Ramos Palazuelos que está en el Mundial de Clubes, ya se están preparando para el torneo Clausura 2018, donde francamente no se verá una mejoría en las participaciones arbitrales, menos porque a eso nos han acostumbrado.

Pero afortunadamente, siempre hay una luz al final del túnel, una promesa que se asoma y que podría llegar a cambiar el semblante del arbitraje mexicano, pero no se trata de un preparador físico, de una “joven” promesa o de alguna otra persona, se trata de un sistema de cámaras y pantallas mejor conocida como VAR.

Así es, se supone que la liguilla del próximo torneo ya va a contar con la tecnología y por fin, todos los errores de los “preparados” árbitros centrales podrían terminarse y va a ser en ese momento cuando podamos ver la capacidad de reacción que tienen los árbitros del futbol mexicano.

Terminemos como empezamos, fue un mal arbitraje durante 17 jornadas que subió considerablemente en la última etapa del torneo, sin embargo, esto no es suficiente para decir que ya hay una mejoría en el arbitraje mexicano, por el momento, todo sigue igual y todo se define en una sola palabra: “crisis”.