Por: Raúl Tapia
Saúl ‘Canelo’ Álvarez venció por decisión unánime (120-108) a Julio César Chávez Jr en una pelea En la que Julio César Chávez Jr.  fue solo una sombra o un costal entrenamiento.

Asalto tras asalto, Álvarez golpeó a Chávez a placer, bailaba, se desplazaba, fintaba y volvía a la carga en contra de un Jr. que solamente conectó un par de golpes con algo de poder en los dos primeros rounds.

Atrás había quedado la guerra de declaraciones, los señalamientos de quién era mejor, quién triunfaría y hasta quién es el mejor pugilista mexicano en este momento.

Chávez perdió todo desde el tercer round, si en los primeros dos asaltos se vio lento, con falta de poder y hasta perdió su supuesta ventaja de un mayor alcance, a partir de esta vuelta ya no tuvo nada.

El ‘Canelo’ fue implacable, pasó a paso cerraba el camino a Chávez, inclusive se dejaba llevar a las cuerdas y abría la guardia para que el hijo de Julio César Chávez Carrasco, ‘La leyenda’, lo golpeara pero demostraba miedo y apenas hacía intentos por colocar golpes en el jalisciense.

Saúl Álvarez caminó a placer, fintaba al Jr. Y lo masacraba. Parecía que su objetivo no era mandar a la lona a Chávez sino castigarlo a placer, y así le hizo sangrar la nariz, le rompió la boca, le cerró el ojo izquierdo y el derecho a medias.

La afición que al principio parecía apoyar de manera superior a Chávez se fue callando y dejó el espació para los gritos de Canelo…  Canelo… Canelo.

En los asaltos 6, 7 y 8, los comentaristas televisivos tenían la esperanza de que Chávez hiciera algo diferente, que peleara en realidad; creyeron que podría ganar con un solo golpe cómo lo hizo con el argentino Maravilla Martínez, pero nunca tuvo el poder y el empuje para disputar un solo asalto.

El ‘Canelo’ mostraba hambre y paciencia fue metódico, Chávez un hombre que nunca –ni siquiera al inicio de la pelea– miró a los ojos a su rival. El único momento en que Chávez mostró velocidad, fuerza aparente y hasta rapidez de movimientos en la cintura fue en el calentamiento previo, ya sobre el ring, porque ya en la contienda nunca hizo nada parecido, ni siquiera pudo conectar más allá de dos golpea sin fuerza al ‘Canelo’.

Saúl Álvarez fue declarado ganador unánime 120-108 en la T-Mobile Arena, en Las Vargas, donde  20 mil 510 aficionados, conocieron que Gennady Golovkin enfrentará al tapatío en septiembre.