Por: José Manuel Mota Fernández/

El Estadio Azteca, luego de más de 20 años, volvió a ser la casa de las Águilas del América y la Máquina Cementera de la Cruz Azul y para ello, instalaron un tipo de césped especial que, en lugar de permitir un buen ritmo de juego, ha traído críticas por el estado en el que se encuentra y que podría ocasionar que los dos anfitriones abandonen el recinto temporalmente.

Desde que comenzó la presente temporada, el pasto que se instaló en el Coloso de Santa Úrsula empezó a levantarse por las condiciones climáticas y el constante uso, que han ocasionado grandes manchas en la superficie en las cuales el esférico no corre como debería y afecta el desarrollo del juego.

Además, por recomendaciones FIFA y para evitar lesiones el terreno de juego debe estar en perfectas condiciones y es por eso que la salida de los equipos antes mencionados podría ser una realidad e incluso ya se han manejado los estadios en los que disputarían algunos de sus partidos de local.

De acuerdo con Televisa Deportes, el equipo dirigido por Miguel Herrera visitaría el Nemesio Díez, casa de los Diablos Rojos de Toluca, mientras que la Máquina Cementera de la Cruz Azul jugaría en el Agustín Coruco Díaz, Estadio de Zacatepec en el Estado de México que está avalado por la Liga MX para participar en primera división.

Según lo dijo Miguel Herrera, la cancha del ‘Coloso’ necesita aproximadamente 10 días de descanso para que el pasto se asiente y no sufra tanto daño por cada partido, sin tomar en cuenta que se jugarán cinco en los próximos 15 días que le podrían hacer aún más daño.

El equipo femenil fue el primer afecto pues ahora jugará sus partidos de local en Coapa.