Por: Luis Fernando Meneses

Ayer en la noche, los aficionados en el Bajío ansiaban el duelo entre León y América, dos equipos que esperaban avanzar a la siguiente ronda.

Los esmeraldas llegaron a casa con un marcador de 1-4, requerían 3 goles más que América. Las águilas solamente tenían que evitar perder por tres o más goles. Sin embargo, el deseo no siempre es lo único que se necesita para ganar en el fútbol, pues también la suerte y el nivel futbolístico cuentan.

El equipo local tomó rol de fiera y  logró mantenerse al frente de la cancha durante los primeros minutos del partido. En el minuto 10, Carlos Peña metió el primer gol en favor de su escuadra, pero fue anulado porque se encontraba fuera del área.

El ‘Nou Camp’ vivía momentos de verdadera intensidad, América se adueñaba del partido en los minutos siguientes. Gracias a William Yarbrough la portería local se mantenía intacta. El equipo guanajuatense niveló el trámite del duelo y se encaminó al ataque que les daría frutos al minuto 44, cuando Darío Burbano metió el primer gol legítimo de la noche.

Para la segunda mitad el partido mantuvo el mismo paso: un local que buscaba ofender y América trataba de liquidar la serie, lo que dio pauta a que al minuto 78, el recién ingresado al terreno de juego, Benedetto, disparara desde fuera del área para vencer al arquero con nacionalidad estadounidense.

En su agonía, los dirigidos por Juan Antonio Pizzi lograron una anotación más. Elías Hernández le daba la victoria en el partido a su equipo, mas no en el marcador global.

En el otro partido de ayer, Tigres superó en la selva chiapaneca por la mínima diferencia a Jaguares, para terminar con un marcador global de 3-1 y pasar a la ronda de semifinal.