Por: José Manuel Mota Fernández/

Las Águilas del América se convirtieron en los segundos finalistas del Apertura 2018, luego de derrotar 6-1 a los Pumas de la UNAM en el Estadio Olímpico Universitario, en la que es la mayor goleada del ‘Ame’ a los felinos desde 1966, la cual consistía en un 5-1.

Con Cruz Azul instalado en la final América y Pumas, en otra edición del Clásico Capitalino, se arrebataron a goles el último boleto para la gran final del futbol mexicano, con el precedente histórico de que a América, cerrar como local, le ha favorecido en 22 de 32 series que ha jugado hasta el momento.

Y es que desde el principio todo se inclinó a favor de los locales. Los pupilos de Miguel Herrera se fueron encima, presionaron y sofocaron a la defensa universitaria y poco tiempo después, vieron reflejados sus esfuerzos en el marcador y, por un momento, se fueron arriba en el global.

Alfredo Saldívar, el ‘Pollo’, que fue el héroe en la ida de la serie al taparle un penal a Roger Martínez, tuvo mucho que ver el primer tanto, pues después de la pared entre Jorge Sánchez y Renato Ibarra, que terminó con un remate a puerta del mismo, y que se metió por debajo de las manos del guardameta auriazul.

Esto sirvió como impulso anímico para los visitantes. Pablo Barrera lo intentó dos veces, con dos desbordes por el centro del terreno de juego que no pudieron terminar en algo más por el cruzamiento defensivo del cuadro azulcrema, que lo paro en ambas ocasiones en los linderos del área.

Pero el minuto 24 fue diferente. Barrera, el capitán de los de la UNAM, tomó la bola por el costado izquierdo y levantó un centro a primer poste, atrás del manchón penal para que Carlos González, el delantero de los felinos, la mandara al fondo de la portería defendida por Agustín Marchesín.

Poco les duró el gusto a los de la máxima casa de estudios y la respuesta pareció ser fulminante. Bruno Valdez se levantó adentro del área en un tiro de esquina y puso el 2-1 con la cabeza y, poco después, Saldívar regaló el esférico dentro de su área para que Ibarra levantara un centro y Roger Martínez pusiera el tercero con media tijera y mandara así el marcador al descanso.

El segundo tiempo empezó de la misma manera y la losa que ya traían los auriazules en la espalda se hizo más pesada minuto a minuto. Antes de que llegara el minuto 46, en otro tiro de esquina, el balón que pasó entre propios y extraños le llegó a Guido Rodríguez para que la mandara al fondo de las redes universitaria.

Pero no terminó ahí, hubo mucho más en el partido. Cuatro minutos más adelante, Diego Lainez, la promesa futbolística de América, a sus 18 años de edad, consiguió su segundo tanto en la serie y el quinto del juego, para poner la tarea auriazul mucho más difícil, pues para empatar, necesitaban cuatro goles.

La tónica del encuentro se volvió la misma los minutos restantes y la lógica se impuso. La carente ofensiva de los universitarios no sirvió de mucho y los locales aprovecharon las contras para que en el 70, con un penal por falta de Saldívar, pusieran el sexto con el cobro de Emanuel Aguilera.

El panorama siguió empeorando y la desesperación invadió a los visitantes. Ya todo estaba perdido, la final era inalcanzable y Alan Mozo, de 21 años, pateó a Diego Lainez a la altura de la espinilla para irse temprano a los vestidores y ponerle fin así al calvario que vivieron los Pumas en el Estadio Azteca.

Por reglamento, la final se jugará el jueves y el domingo con horarios por definir.