Por: Mugs Noticia

Una especie de neblina morada empezó a invadir el Palacio de Bellas Artes y algunos acordes incitaban a la imaginación más alucinante de niños y jóvenes. Esperaban que en la una función especial de Star Wars se apareciera Lord Darth Vader, pero su ausencia fue notoria desde el principio. A pesar de esto, una verdadera fiesta se armó ayer con  la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), bajo la dirección de Arturo González en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

Más de mil niños de nivel primaria y secundaria acudieron, puntualmente, a la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes se sentía el ambiente galáctico, y lo lamentable fue que no acudieron Anakin Skywalker, C3PO y R2D2, figuras que ya se han vuelto legendarias en el imaginario colectivo de miles de personas en todo el mundo.

Se escucharon en vivo las composiciones de John Williams, interpretadas por la Orquesta Sinfónica Nacional, que conforma algunas selecciones de las películas La guerra de las galaxias, El Imperio contraataca y El regreso del Jedi. De las tres, se presentaron varias escenas en video.

Al fondo del escenario se encontraba la famosa y tenebrosa Estrella de la muerte como testigo fiel de los millones de soles que siguen brillando en el firmamento de una galaxia muy, pero muy remota.

La OSN brilló con luz propia, como si fuera el traje luminoso de C3PO, alimentada con la energía de Yoda y los Jedi, transformándose en un músculo de pura fuerza creativa, capaz de pelear contra el propio Conde Dooku.

Desde antes de la 10 horas de este viernes 6 de noviembre, mucha gente ya estaba formada para presenciar o siquiera atisbar el peinado de la Princesa Leia o escuchar las impertinencias del pirata convertido en héroe Han Solo. Luke Skywalker observaba distraído lo que sucedía en escena.