Por: Redacción

La Secretaría de Cultura rindió un homenaje póstumo al antropólogo cultural, médico generoso, artista creativo e incansable promotor cultural, Carlos García Martínez, quien durante tres décadas dedicó su vida, a la gestión, promoción y capacitación cultural en todo el país.

Amigos, familiares, colegas y funcionarios culturales hablaron de su legado y aportaciones, en una emotiva ceremonia que coincidió con su cumpleaños 64, y donde fue reconocido por su labor en la consolidación de las metodologías de la gestión cultural en México.

Antonio Crestani, director general de Vinculación Cultural, se refirió al hombre afable, cordial, de grandes retos, excelente conversador, amante de la escultura en hierro, y con una sólida formación académica, que sabía disfrutar de la vida y de su familia.

Fue quien reanimó la colección editorial Intersecciones, especializada en la promoción y gestión cultural, duplicando así su número de títulos, destacó Antonio Crestani. Además al frente de la Dirección de Capacitación Cultural dio servicio a las 32 entidades, con un trabajo dedicado que le valió reconocimiento en todo el país.

Recordó que su último artículo El ABC de los proyectos culturales, forma parte del volumen número 37 de la colección de Intersecciones, titulado Proyectos culturales. Sus configuraciones y desafíos para el cambio social, donde se reúnen 10 ensayos, bajo la coordinación de José Antonio Mac Gregor Campuzano.

En la ceremonia en memoria, se transmitió también un video con diversos testimonios sobre la labor de Carlos García, entre ellos, el del antropólogo social Mac Gregor Campuzano.

El especialista externó que la principal contribución de García Martínez a la política cultural del Estado mexicano era la consolidación del Sistema Nacional de Profesionalización y Capacitación de Promotores y Gestores Culturales.

Y en ese sentido, dijo, encargó y produjo libros vinculados a la violencia en México, a las adicciones, a las nuevas tecnologías y cómo la cultura podía, en todos estos terrenos, aportar para el desarrollo en México.

Para Jorge Gutiérrez, subsecretario de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura de la Secretaría de Cultura, Carlos Martínez fue sin duda una celebridad, un verdadero personaje, lleno de virtudes y facetas. Hombre rico en anécdotas, y en recursos para seducir, encantar y motivar a sus interlocutores, tanto en el aula como en lo cotidiano.

Carlos Deveaux dio lectura al texto enviado por el subsecretario, quien se refirió al talento, sensibilidad, compromiso y camaradería del homenajeado. Habló de su compromiso con la formación, actualización y profesionalización de los promotores y gestores culturales a nivel nacional, compartiendo los conceptos, metodologías y experiencias.

También aludió al creador intenso, que encontró en la escultura una forma más de comunicar y de encontrar satisfacción. Su formación original, la de médico, dijo, probablemente reafirmó su vocación de servicio y de apoyo a los más necesitados.

Al final subrayó que fue un gran gestor, y siempre supo sumar las voluntades de los actores culturales de estados y municipios, para el impulso de los más diversos proyectos culturales.

Marisa Gómez dio lectura a un texto emotivo de Diego Prieto, titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que señaló que “más allá de las consideraciones institucionales, Carlos deja un testimonio de vida, generosidad, imaginación y congruencia, que constituye una guía para quienes seguimos en el empeño de la tarea cultural y en la búsqueda de una sociedad más justa”.

“Te hubieses quedado otro rato nomás, para seguir estudiando las creencias populares y platicando sabroso con tantos amigos que tuviste y tienes, y disfrutando las ricas tardes en San Gil, y recogiendo fierros de cualquier parte para convertirlos en peces, esqueletos, pavorreales, quijotes, cristos, bicicletas, ranas o fósiles”.

“O en cualquier clase de cosas que se le ocurrieran a tu cabeza despeinada, porque eso sí, aunque canoso, siempre mantuviste el cabello y las ideas ingeniosas”, refirió Prieto, luego de recordar su precipitada partida, apenas el viernes 17 de marzo pasado.

“Yo no lo podía creer, pensé que se trataría de una trivia de esas con las que gustabas ayudar de una manera divertida a la formación de los promotores culturales, de cuya capacitación te ocupaste desde principios de 2011, responsabilidad que desempeñaste con toda pasión, creatividad y compromiso”, apuntó el titular del INAH.

El poeta y músico Guillermo Velázquez dedicó al homenajeado versos que durante 10 minutos resonaron en el Auditorio de la Secretaría de Cultura, lleno de público, entre colegas, amigos, colaboradores y sus hijos, Carlos y Gala, su viuda Beatriz, y su hermano Víctor, entre otros familiares.

Estoy en esta reunión/ porque al hablar intercedo/ o porque al trovar accedo/ a una otredad, a otro dónde/ y es lo que me corresponde/ como poeta y como aedo…/
… vamos al mito intuido/ atávico, compartido/ que nos dice qué cantarle/ y de qué manera darle/ el adiós a un ser querido.

A ese rito los convoco/ íntimo, ceremonial/ y cómo azúcar y sal/ cada palabra coloco/ nada está fuera de foco/ nada de lo que decimos/ lo que vemos/ lo que oímos/ con sus hijos y su esposa/ todo es ofrenda amorosa.