Por: Redacción/

Con su pieza coreográfica Rice, la compañía Cloud Gate Dance Theatre of Taiwan llevó a los espectadores, reunidos la noche del 16 de febrero en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, a una reconexión con la naturaleza a través de la danza, en la que sus intérpretes encarnaron al suelo, la luz del sol, el viento, el agua y el fuego.

En esta primera presentación, de las dos que ofrecerá la compañía que visita México por vez primera, el público presente ovacionó de pie al director de la agrupación Lin Hwai-min, y a los bailarines, quienes mostraron una técnica singular, movimientos potentes y exuberantes.

La agrupación, fundada en 1973, narró en Rice, la historia de la tierra, engarzada con la vitalidad del ser humano, estableciendo un paralelismo entre el ciclo del cultivo del arroz y el proceso evolutivo de la vida del hombre.

Los 20 ejecutantes que participan en la puesta sorprendieron por la fuerza en sus piernas y vigor en su ejecución, teniendo como telón de fondo la proyección de un video en el que se observan verdes campos de arroz, el brote de semillas, la cosecha del grano y la quema de los tallos.

La propuesta escénica se complementa con la música de canciones populares interpretadas en hakka (dialecto chino más antiguo), arias de ópera de Occidente y sonidos como el susurro del grano, el murmullo del viento y el retumbar de los truenos.

Era llamativo que en los momentos en que no había música, se escucharan las pisadas, giros y respiración de los bailarines, quienes reciben entrenamiento de meditación; Qi Gong, una ancestral técnica de respiración, así como artes marciales, danza moderna, ballet y caligrafía.

Lin Hwai-min creó Rice para conmemorar el 40 aniversario de Cloud Gate, única compañía de danza profesional taiwanesa, conocida por mezclar la danza moderna occidental, el ballet, las artes marciales chinas y el tai Chi, cuyas puestas coreográficas reflejan la historia cultural y política de Taiwán.

Para la creación de Rice, el director se inspiró en la belleza de la región de Chihshang y sus combativos granjeros, que en la década de los noventa volvieron a los métodos orgánicos, tras muchos años de uso de fertilizantes químicos, por lo que el montaje aborda temas sobre la muerte, el renacimiento, la devastación y la resurrección.

La pieza coreográfica que bien tiene una historia, en el espectador puede generar distintas interpretaciones y reflexiones, como puede ser el problema del calentamiento global.

Considerada una de las agrupaciones más virtuosas de la danza contemporánea en Asia, Cloud Gate ha realizado extensas giras y ha actuado en el Next Wave Festival de Nueva York, el Barbican de Londres, el Festival Internacional Chéjov de Moscú y el Tanzfestival NRW.

Asimismo, se ha presentado en más de 30 países; sus espectáculos al aire libre regularmente atraen a decenas de miles de asistentes.

La Cloud Gate Dance Theatre of Taiwan tendrá una segunda presentación en el Palacio de Bellas Artes hoy sábado 17 de febrero a las 19:00 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.