Por: Redacción/

La obra de Maquiavelo se convierte en una lectura obligada para repensar los fundamentos de la política moderna frente a una clase hegemónica que, en sus diferentes facetas, se ha apoderado del terreno de la verdad efectiva, sostuvo la doctora Laura Valencia Escamilla, profesora-investigadora de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

A lo largo de cinco siglos los escritos del filósofo italiano han sido clásicos del pensamiento político y resaltan la aplicación del método inductivo, al proclamar verdades mediante inferencias empíricas, pues la realidad tal como es.

En la presentación del libro Maquiavelo, una guía contemporánea de lectura sobre lo político y el Estado, coordinado por el doctor Israel Covarrubias González, profesor de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, explicó que el florentino sustenta su obra en la manifestación histórica del poder a través de la forma como se ejercía y se mantenía, y el tipo de Estado que experimentó.

Desde su perspectiva inmediata muestra cómo se puede conservar el poder a través del conocimiento de lo político y de la misma naturaleza humana, puntualizó la académica del Departamento de Política y Cultura.

Por su método, Maquiavelo es considerado un realista absoluto que genera un contraste entre lo que fue y lo que es, su realidad de guerra y de violencia la traslada a una existencia en la que la búsqueda del régimen “no es el mejor sino el posible”; el ejercicio del poder se concentra en la conservación del Estado como fin último, sin importar los medios.

La figura de la persona se convierte en sinónimo de Estado, en poder virtuoso que sabe manejar la violencia e imponer subordinación, el dominio le pertenece y su liderazgo se convierte en valentía y heroísmo, aseguró la especialista en Derecho Constitucional.

Covarrubias González comentó que el texto es el resultado de un esfuerzo colectivo de diez autores de México, Sudamérica y España, que pretende crear una analogía con el presente a partir de las cuatro dimensiones que se vislumbran en la teoría del autor de El Príncipe creatividad, innovación, desarrollo y conocimiento, comentó.

El también director de la revista Metapolítica añadió que es importante generar un debate en torno al lugar que ocupa la teoría política en la academia, la investigación y el desarrollo de las ciencias humanas en el país.

El doctor Javier Meza González, académico del Departamento de Política y Cultura de la Unidad Xochimilco, indicó que la obra parte del análisis que hace el filósofo sobre la práctica de las antiguas repúblicas romanas y la comprensión de la nueva realidad de su tiempo, contribuyendo a la construcción de la teoría política.

En la actividad realizada en la Unidad Xochimilco de esta casa de estudios, el investigador indicó que para Maquiavelo el hombre es un canalla, traidor, ambicioso, fanático, cobarde, convenenciero, mentiroso, capaz de humillar y mentir para conseguir poder, pero reconoce que también tiene miedo al sufrimiento y a no ser invencible.

Aun así el teórico político italiano mantenía la fe en aquél y en su capacidad de cambiar las cosas, de construir un Estado en el que se cede poder al pueblo para lograr la estabilidad social y evitar las revueltas, cuando se le reduce este poder se está construyendo un Estado total, enfatizó el historiador.

El doctor Gerardo Ávalos Tenorio, coordinador del Doctorado de Ciencias Sociales de la UAM, señaló que el también diplomático florentino hace un diagnóstico de la naturaleza del ser para llevar al individuo de su condición miserable a la humanista a través de la política.

Sus escritos ayudan a entender la lógica de la república como espacio público en donde todo es de todos y de nadie en particular, si no existiera ese punto de neutralidad no habría Estado posible ni conciliación probable.