Por: Redacción/

Organizado por la Secretaría de Cultura, el INAH y la delegación de la Unión Europea en México, el 1er Simposio Internacional “Estrategias de intervención para el patrimonio cultural afectado por los sismos” fue inaugurado la mañana de este miércoles 28 de noviembre en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete”.

La ceremonia estuvo encabezada por la directora general de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Cultura, Jimena Lara, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, acompañados del Jefe de la delegación de la Unión Europea en México, Klaus Rudischhauser, el embajador Agustín García Loaeza, director de la Agencia mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y el director de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete”, Andrés Triana Moreno.

La directora general de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Cultura, Jimena Lara, recordó que los sismos de los días 7 y 19 de septiembre de 2017 afectaron a 11 estados de la República y dañaron 2,340 inmuebles, la mayoría recintos religiosos; de ahí la importancia de realizar el simposio con el objetivo de identificar y contribuir a la solución de lo retos que rodean a la intervención del patrimonio mexicano dañado.

Expresó que la contundente solidaridad internacional de los países de la Unión Europea se tradujo en donaciones en especie y financieras, y asistencia técnica y tecnológica de diversa índole.

“La Unión Europea mandó una brigada de especialistas que propuso acciones a corto y mediano plazo para la recuperación del patrimonio. Esta colaboración ahora se cristaliza en este simposio”.

Señaló que, además, la Secretaría de Cultura convocó a un Comité Ciudadano que a lo largo de este año ha trabajado con representantes del sector privado y especialistas y ha participado en cada etapa de las labores que trascenderán al cierre de la administración actual.

Por su parte, el director del INAH, Diego Prieto, abordó los distintos retos a los que las instituciones se tuvieron que enfrentar y la importancia de contar con esquemas de prevención que aseguren los inmuebles, fortalezcan la estabilidad de las construcciones y procuren el cuidado de los bienes muebles y protocolos de respuesta para situaciones catastróficas.

“Tenemos un avance por arriba del 30 por ciento que no es menor; tenemos que entender que lo más complejo fue el primer impulso porque lograr habilitar un esquema de financiamiento fue una tarea muy complicada. Hasta el momento hay más de 600 inmuebles restaurados sobre todo los de daños menores y algunos de daños moderados y contamos con más de 700 frentes de trabajo”.

Destacó que un tema que debe ocupar la reflexión es el de los esquemas de financiamiento de los inmuebles y bienes muebles: “De los 2,300 inmuebles afectados por los dos terremotos y alrededor de 6 mil unidades de bienes muebles, ninguno de ellos se quedará sin tener un fondo o un esquema financiero, ya que acompañados de la Secretaría de Cultura, habilitamos los esquemas de aseguramiento que tiene el estado mexicano a través de las aseguradoras contratadas por el INAH y el Fondo de Desastres Naturales (Fonden)”.

El director del INAH hizo énfasis en que se deben dejar los inmuebles bien y mejor para que estén preparados para siguientes terremotos que pudieran presentarse.

“Parte de la temática del Simposio es que podamos corregir los sistemas de intervención que se tuvieron hasta mediados del siglo XX y a veces, hasta la década de los setenta y ochenta del siglo pasado que incluyen la intensa incorporación de lozas de concreto, de castillos de cemento en inmuebles de adobe o de trabes de concreto en templos de estructura de adobe o mampostería. Es un tema fundamental en el que se necesita hacer conciencia”.

Explicó que más del 85 por ciento de los inmuebles históricos dañados fueron templos, capillas, ex conventos o recintos religiosos de diversa índole, de ahí la necesidad de trabajar con las organizaciones religiosas que tienen en su resguardo estos bienes.

El funcionario agregó que una lección fundamental que nos dejaron los sismos de septiembre de 2017 es la necesidad de entender que el patrimonio cultural debe tener un enfoque no sólo al objeto, sino también al sujeto que produce, significa, le da sentido y conserva el patrimonio.

“El otro tema es el apoyo internacional e intercambio académico fructífero que se tuvo desde los primeros días, a través de la comisión de expertos internacionales que nos acompañaron a revisar los daños más severos y se dieron cuenta de la dimensión de la tarea”.

El Jefe de la delegación de la Unión Europea en México, Klaus Rudischhauser, aseguró que para la Unión Europea, la restauración y protección del patrimonio cultural es un medio para subrayar la rica diversidad cultural que debe ser preservada y resguardada.

Consideró que hay un gran compromiso de trabajo con México y sus instituciones y luego de los sismos de septiembre de 2017, el apoyo y la protección del patrimonio se convirtió en eje de la cooperación.

“En los tres días de este Simposio, especialistas de Europa y México intercambiarán sus experiencias, sus trabajos, evaluarán casos específicos y la oportunidad de futuras colaboraciones”.

En palabras del embajador, dicho evento forma parte del año Europeo del Patrimonio Cultural que se inauguró en diciembre de 2017 con el objetivo de convocar un cambio significativo en la manera en que disfrutamos, protegemos o movemos el patrimonio.

“Este año se ha asomado al mundo el patrimonio cultural para hablar de nuestra identidad y mostrarnos quiénes somos. Es una herramienta poderosa para construir puentes entre personas, comunidades y países”.

Por otro lado, informó que en mayo pasado, la Comisión Europea adoptó una nueva agenda para la cultura que contempla tres ejes estratégicos: dimensión social, dimensión económica y dimensión externa.

El embajador Agustín García Loaeza resaltó que ante la situación de emergencia por la que atravesó nuestro país, la Unión Europea activó su mecanismo de ayuda humanitaria en materia de patrimonio histórico.

“Se trató de algo sin precedentes y por primera vez, se logró activar esta ayuda y la importancia de apoyar el tema de patrimonio histórico”, dijo el director de la Agencia mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID).

También agradeció el apoyo de la Unión Europea, en especial de España, Francia, Alemania, Hungría e Italia que ayudaron no solo con expertos, sino también financieramente para reconstruir el patrimonio histórico de México.