Por: Rogelio Badillo Hernández

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en coordinación con la Dirección General de Culturas Populares del Consejo para la Cultura y las Artes (Conaculta), presentaron el volumen Geometrías de la imaginación: diseño e iconografía de Guerrero, libro que forma parte de la colección Diseño e iconografía de México.

La colección de la que forma parte este libro, inició en 2009 y tiene como objetivo sistematizar y registrar las iconografías de México. Se desarrolló esta serie de libros, que hasta el momento son 14, de 13 estados distintos, y que servirán como referencia en la confección de artesanías, de igual manera, al hacer uso de las iconografías, los artesanos podrán enriquecer sus piezas y fortalecer la historia de sus comunidades.

La presentación del volumen se llevó a cabo en el Museo Nacional de Culturas Populares. En ella participaron la etnóloga Blanca Jiménez Padilla, directora del Centro del INAH Guerrero; Elizabeth Jiménez García, investigadora del Centro del INAH Guerrero; los arqueólogos Cuauhtémoc Reyes Álvarez y Edgar Pineda Santa Cruz, miembros del Centro del INAH Guerrero, moderó Elena Vázquez y de los Santos.

Geometrías de la imaginación: diseño e iconografía de Guerrero, es un libro que tardó aproximadamente tres años en ver la luz, que ha sido trabajado por muchas personas, pues los diseños que se han plasmado en sus hojas simplemente han sido tomados de las pinturas rupestres o dibujos que se han encontrado en zonas arqueológicas del estado de Guerrero.

“Es un libro que presenta dos vertientes: el simbolismo propiamente y el valor artístico de los diseños que en él se manifestaron”, mencionó Edgar Pineda. Añadió que en el volumen se presentan textos digeribles, fáciles de comprender para el público en general. Asimismo, agradeció a la gente de Guerrero, a las comunidades, porque gracias a ellos es que este libro nació; “porque ellos también merecen su reconocimiento, por la conservación y preservación de su patrimonio”.

Para el investigador, Cuauhtémoc Reyes, el libro no solamente es el resultado de él y sus compañeros, sino de más generaciones de investigadores que han trabajado al respecto, que han descubierto zonas arqueológicas o pinturas rupestres, y que ahora forman parte de esta publicación.

“El libro es un depósito de mitos y leyendas tomadas de la tierra y el tiempo, el libro también nos muestra imaginería de nuestros antepasados, seres fantásticos que poblaban sus sueños y explicaban su mundo”.

“Es una invitación a recuperar el pasado para entender nuestro presente”, añadió.

Por otro lado, Elizabeth Jiménez, mencionó que el estado de Guerrero, actualmente tiene gran diversidad en códices, y se tiene evidencia que casi siempre debajo de los pueblos actuales, hay zonas arqueológicas.

El documento base para la creación de la iconografía en este libro, es el códice Azoyú 1, una larga tira de papel amate, que se pintó en la ciudad de Tlapa entre 1560 y 1570, los temas que trata son la historia y genealogía de Tlachinola, antecedente de Tlapa.

Jiménez García, señaló que el libro rescata una forma didáctica de acercarse a la historia, y el respeto al pasado de los pueblos indígenas.

Por su parte, la etnóloga Blanca Jiménez, dijo que el libro está siendo reconocido, primero porque ganó la medalla Antonio García Cubas 2015, y recibió mención honorífica como mejor obra de divulgación, premio que otorgó el INAH.

“Es un libro que da cuenta de muchos años de trabajo y de muchos recorridos, hablar con la gente, hacer un registro fotográfico y hacer toda la investigación alrededor. Y en este libro, sólo hay una muestra muy pequeña de lo que representa todo el estado de Guerrero”.

“Creo que la cultura es lo único que nos va salvar ante toda la situación que a veces vivimos cotidianamente en Guerrero y muchas partes del estado, el ver el interés de la gente, el orgullo con el que luego muchos viejos nos cuentan las historias, nos comparten sus historias. Todo ese acompañamiento con las comunidades, ese compromiso de lo que hemos hecho no es suficiente, hay que hacer más. Se debe trabajar más con la comunidad, donde podemos salvar a más niños, lograr que se entusiasmen por el patrimonio de México”, finalizó.