Por: Redacción/

La obra que sale mal, montaje triunfador en Londres y Broadway reafirmó en el día de su estreno en México la fama que le antecede: una puesta en escena de comedia extraordinariamente delirante de una reiterativa cadena de equivocaciones que desencadena diversión con embates incontrolables de risas y carcajadas que provocan llanto o hasta un posible infarto de felicidad.

El Centro Cultural Helénico subió el telón para extasiar al público con un trabajo escénico de un cuadro de actores maravilloso que sobresale en una obra que fue mexicanizada con humor perdurable.

La obra que sale mal ha sido reconocida como la mejor comedia del año, en los Premios Olivier 2015; mejor escenografía en los Tony Awards 2017, y mejor puesta en escena en Broadway Audience Choice Award.

Su temática simple llena de infortunios narra las peripecias vividas, padecidas y sufridas por una compañía teatral dramática universitaria el día del estreno de Asesinato en la Mansión Haversham, donde todo le sale mal y cada vez más mal, hasta que las cosas no pueden llegar a ser peores.

Pero estos valientes actores nos deleitarán con “una pieza magistral de misterio que ni el mismo Sherlock Holmes podría haber descifrado”.

El grupo de teatro de la Universidad Tecnológica de Tlalpan se presenta en el escenario principal del Centro Cultural Helénico que por un error administrativo mudó la producción de El Zoológico de Cristal al gimnasio de la universidad.

La pregunta es ¿están preparados para un espacio con tanta tradición? El público calificará.

Antes de abrir el telón la cadena de equivocaciones y errores acontecen. Primero con las fallas del equipo técnico del montaje que busca un disco de Timbiriche.

Luego una escenografía con defectos de construcción requirió de la asistencia de una persona del público para pegar las repisas de una ventana, sostener y evitar que se cayeran cuadros y los objetos de decoración.

El encadenamiento de desaciertos dio apertura a las risas. Después, los actores no pueden abrir la puerta para acceder al escenario, sitio donde está postrado el cuerpo de Charly en un desván que incluso obliga a Thomas, hermano de Florence, prometida de Charly, y a Perkins, el mayordomo, a ingresar por los lados laterales del foro.

Lo mismo le sucede al Inspector y a Chris, el hermano de Charly, quien vive un romance con Florence. Todos son sospechosos del crimen.

Los efectos visuales y de sonido ingresan a destiempo o no se realizan, obligando a los actores a repetir la última frase del diálogo y hacer varias veces la escena.

Las cosas irán de mal en peor con actores que ni de muerto saben actuar, porque para cumplir la escena, el cadáver deberá ir con su propio pie a un área para su reconocimiento.

Con un técnico de efectos especiales que en lugar de atender su trabajo juega con su celular y se toma selfies o escucha música de Timbiriche.

El elenco de la obra se tropieza con todo, hasta con sus líneas. Requieren de acordeón para no olvidar frases o de la ayuda de un apuntador.

Se distraían con el público, improvisan y deben sustituir la utilería por otros objetos cuando no están en el escenario o recibirlo de mano de los auxiliares.

La locura de erratas va más allá al sustituir actores provocado por divertidos accidentes de trabajo por técnicos que entran con libreto en mano, o tomando muebles asumiendo que son personajes y finalizar la obra con un escenario destrozado.

“Es una comedia de equivocaciones exquisita, con un humor eficaz que cautiva al público de todas las edades. La fórmula más acertada del entretenimiento siempre ha sido la simpleza, aquí sucede esa magia de la mano de un elenco ideal para un proyecto de esta naturaleza.

Lo fascinante de esta puesta en escena radica en la perfección del error, desde el argumento de los actores hasta los desacertados cálculos de los técnicos. Todo aquí ha sido minuciosamente diseñado para divertir, de alguna manera u otra, no habrá un solo espectador que se libre de ser alcanzado por el humor de este grupo de actores inexpertos”, precisa un comunicado de la obra.

La Secretaria de Cultura a través del Centro Cultural Helénico, Próspero Teatro, Camilla Brett y Jerónimo Best, y The Lemon Studios de Billy Rozvar, bajo acuerdo con Mischief Worldwide Ltd, presentar la producción de Mischief Theather, hasta el 26 de agosto.

El montaje que es la última dirección de Mark Bell, quien asistió al estreno y se dedicará a otros proyectos presenta las actuaciones de: Irene Azuela, Adrián Vázquez, Daniel Haddad, Artús Chávez, Ari Albarrán, Iván Carbajal, Juan Carlos Medellín, Luis Rodríguez “Guana”, Daniel Breton, Daniel Ortíz y Ana Sofía Gatica.

La obra que sale mal ofrecerá funciones jueves y viernes a las 20:30 horas; sábados a las 17:00 y 20:30 horas y domingos a las 17:00 y 20:00 horas.