Por: Redacción

México destina alrededor de 7 mil 800 dólares por estudiante al año, si bien el promedio de la OCDE es de casi 14 mil dólares, informó el rector de la máxima casa de estudios, al participar  en el Seminario Sistemas nacionales de universidades estatales en el mundo. Comparaciones, desafíos y proyecciones

En México, uno de los principales retos que enfrenta la educación es el de la calidad, no poner atención en este tema significa comprometer el desarrollo de una nación, advirtió  Narro Robles.

Al participar en el seminario organizado por la Universidad de Chile, (UChile), consideró que aún hay mucho por hacer en el país para mejorar la calidad, que es heterogénea, y que lo es aún más en el sector privado.

No obstante, agregó, es difícil alcanzar calidad en la educación si no se cuenta con los recursos necesarios. El financiamiento de la educación superior en países como México tiene que ser desde la perspectiva del sector público.

En la Casa Central de la UChile, Narro Robles detalló que si se compara la inversión que realizan las naciones para financiar la educación superior, México está por debajo de lo que se requiere. Nuestro país destina alrededor de 7 mil 800 dólares por estudiante al año, si bien el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es de casi 14 mil dólares. En América Latina, Brasil es el que más se acerca a ese promedio.

Además, sostuvo el rector de la UNAM, en México aún tenemos un problema en materia de cobertura. Hemos avanzado de manera importante, pues hoy tenemos 3.6 millones de alumnos en el sistema de educación superior, cuando en 1950 no teníamos ni siquiera 30 mil estudiantes, la mayor parte de ellos en la UNAM.

Hace 65 años no contábamos con un verdadero sistema y teníamos enormes deficiencias en cobertura. Sin embargo, la cobertura de México apenas se aproxima al 35 por ciento de la población en edad de ir la universidad, en tanto que en América Latina el promedio es de casi 44 por ciento, estamos por debajo de países como Chile, Argentina, Venezuela, Cuba, Panamá y Costa Rica, entre otros.

Narro Robles subrayó que la educación pública es el compromiso de un Estado nacional por mantener la tutela, la dirección y la rectoría de la educación de un país.

Además, junto a los avances tecnológicos, aún tenemos grandes paradojas y los problemas de siempre: pobreza, desigualdad, ignorancia, injusticia, corrupción e impunidad.

La educación, abundó, es un bien público, social y colectivo que tiene que ser fortalecido y apoyado desde todas las estructuras de los estados nacionales. Hoy día no existen igualadores sociales tan potentes como la educación y la salud.

Asimismo, la educación en general, y en particular la superior pública, es un poderosísimo instrumento para combatir la desigualdad y la pobreza y, en consecuencia, para que las sociedades sean más justas y equitativas.

El rector de la UNAM aseguró que “una sociedad que no tiene la motivación de mandarle a los jóvenes el mensaje de que el éxito y la felicidad no radican en tener más dinero, en acumular más bienes materiales y en hacerlo más rápido que todos los demás, es una sociedad que está fallando”.

Por su parte, Ennio Vivaldi Véjar, rector de la Universidad de Chile, habló del papel de la universidad en las naciones de la región, “tenemos que ser una voz importante en el mundo. La universidad es una instancia que está dentro del conocimiento de la humanidad en su conjunto”.

Tenemos que contribuir a impulsar un conocimiento más universal y amplio, sobre todo en ámbitos que tienen que ver con la salud, la ciencia y las tecnologías. “Ese es un deber moral que sentimos más profundamente en países que de alguna manera han sido castigados en su historia o que han vivido momentos difíciles”.