Por: Redacción/

Con la conferencia El magonismo, impartida por el Mtro. Alejandro de la Torre, el INEHRM continuó esta tarde el ciclo de actividades dedicadas a recordar el 108 aniversario del inicio de la Revolución mexicana.

De entrada, el especialista de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, señaló que es muy difícil reconocer en la Revolución mexicana triunfante las huellas de la revolución magonista, aseveró.

De la Torre explicó que el magonismo fue un movimiento precursor de la Revolución mexicana que aspiraba a una transformación social de un calado mucho mayor, con unas relaciones de propiedad diferentes a las que se terminaron instituyendo o que se continuaron.

El estudioso de la tradición y cultura radical en la historia mexicana recordó que el magonismo defendió los postulados del anarquismo comunista vinculados con una vertiente de comunalismo agrario emanado de los pueblos originales de México.

El magonismo tuvo su origen en la crítica al sistema judicial, Jesús Flores Magón era abogado, y Ricardo había estudiado en la Escuela de Jurisprudencia, sentenció De la Torre.

Explicó el papel fundamental que tuvo el periódico Regeneración, que empezó a circular con artículos de crítica al sistema judicial, como órgano de propaganda y núcleo para organizar el movimiento, y la importancia que un medio así tenía en una situación donde no había una estructura formal de organización ni de mando.

En su fase inicial, el periódico siguió una orientación legalista y se propuso criticar los abusos y la discriminación del régimen porfirista en el plano jurídico, como anunció en su primer número, donde mencionaba el patriotismo para buscar un remedio y denunciar todos los actos de los funcionarios judiciales que no respetaran los preceptos de la ley escrita.

El responsable del proyecto histórico de recuperación y digitalización de impresos anarquistas del INAH destacó las colaboraciones en Regeneración de periodistas con mucha experiencia como Daniel Cabrera director del Hijo de Ahuizote y de Filomeno Mata, quien ejerció el periodismo en varios medios de la época.

El historiador resaltó que, tras consecutivos actos de represión y persecución contra los clubes magonistas, y contra Regeneración, tanto que incluso una orden judicial les prohibía escribir en cualquier medio nacional, el núcleo agitador del magonismo vio una opción en el exilio en Estados Unidos.

Este periplo de viaje hacia el vecino país del Norte fue muy importante para la radicalización del movimiento, señaló De la Torre. Para esta generación de liberales, Estados Unidos era la república modelo, una especie de gobierno ideal donde priman las libertades, hay una separación de poderes, representaba una república idílica, subrayó.

El gobierno porfirista sabedor de la tradición mexicana del exilio que se organiza y refuerza en el extranjero y luego regresa a organizar rebeliones, extremó la vigilancia sobre los magonistas y creó una red de consulados para informar a detalle de sus movimientos, recordó el investigador, quien recomendó leer estos informes en el archivo consular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

De la Torre comparó la figura de Ricardo Flores Magón a lo largo de su lucha revolucionaria, con la de Emiliano Zapata, para señalar las cualidades de ambos y el camino de la lucha magonista desde el exilio y la zapatista desde las montañas de Morelos.

Dos vías de lucha revolucionaria equidistantes, pero decididas a dar término a la injusticia, a los latifundios, y dar inicio al camino democrático, de solidaridad con los pueblos de México.

La interpretación revolucionaria magonista es la de los desposeídos de la tierra que luchan por su recuperación, que condensó Ricardo Flores Magón en la frase: Tierra y libertad, que luego retomó Zapata, concluyó.