Por: MUGS / Redacción

A tres años de existencia, el Centro de Cultura Digital (CCD) se ha consolidado como un espacio muy importante que, más que brindar acceso a la tecnología, está dedicado al conocimiento, al valor social, económico y cultural de la misma y a cómo utilizamos la tecnología hoy  día.

Inaugurado el 16 de septiembre de 2012, su directora, Grace Quintanilla, aseguró que “después de tres años de apertura y de trabajo continuo el Centro de Cultura Digital ya existe, ya tiene una identidad y creo que eso no es poca cosa, tomando en cuenta todo el estigma que tuvimos que cargar y que no le correspondía al programa, siento que hemos avanzado en muchos direcciones”.

En entrevista con el Conaculta, indicó que el recinto se ha convertido en un espacio propicio para la reflexión y experimentación de la tecnología, lo que ha permitido un trabajo continuo con la comunidad para generar nuevos productos e ideas que están en el límite de las disciplinas y que exprimen al máximo los diferentes usos de la tecnología.

También dijo, se ha conformado como un lugar “a donde vienen los jóvenes a actualizarse, a complementar el aprendizaje que tienen en la educación formal o como autodidactas, como un espacio donde se pueden encontrar para intercambiar ideas y poner en práctica la producción transdisciplinaria, multidisciplinaria, colaborativa, que funciona bajo lógicas distintas”.

Adicionalmente, el CCD ha podido tender un puente entre los proyectos de tipo social con el uso de la tecnología digital “de manera que ciertas comunidades que están marcadas por estigmas, puedan aprender a contar su propia historia, hablar de primera voz acerca de sus experiencias, a difundirlo a través de las redes sociales y sobre todo a darse cuenta que es producción cultural que habla de nosotros, de México, de ciertas comunidades, de ciertos grupos y es un reflejo de nuestra cultura, de nuestras preocupaciones, de nuestros sueños”.

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Cortesía Centro de Cultura Digital A tres años de existencia, el Centro de Cultura Digital se ha consolidado como un espacio muy importante que, más que brindar acceso a la tecnología, está dedicado al conocimiento, al valor social, económico y cultural de la misma.

Para ello, el Centro de Cultura Digital realiza un nutrido programa de actividades que incluyen talleres, exposiciones, conferencias, encuentros como jams y slams, conciertos, funciones de cine y foros, la mayoría relacionados con el uso de la tecnología y el mundo digital.

Grace Quintanilla señaló que el CCD recibe anualmente a más de 86 mil personas, pues realiza en promedio 16 talleres al mes, cuatro conciertos, dos exposiciones, cuatro conferencias y 14 funciones de cine. Sin embargo, dijo, en lo que va de este 2015, suman ya 104 mil visitantes.

En materia de talleres, detalló, el Centro de Cultura Digital ofrece una gran variedad de cursos para que la gente pueda apropiarse de la tecnología, por ejemplo el de herramientas básicas, en el que se enseña al público en general a usar internet, el correo electrónico y otros programas y también se trabaja con comunidades marginadas como personas en reclusión y jóvenes con problemas de adicciones, a quienes se capacita en materia de cómic, videoblog, radio por internet, autorretrato, Stop Motion y libro animado.

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Cortesía Centro de Cultura Digital Las instalaciones del CCD además son sede de diversos eventos, pues albergan a los festivales de cine más importantes de la ciudad.

Por otro lado, el último jueves de cada mes se realiza un concierto para presentar una pieza experimental creada por dos personas que no se conocen, pueden ser músicos, artistas visuales e incluso dentistas, mientras que el último sábado de cada mes se lleva a cabo un slam de poesía.

Actualmente, el CCD alberga la exhibición Silent Echo de Rodrigo Sigal, realiza un game jam con el Festival Internacional Cervantino en temas de ciencia y presentará tres documentales sobre la revolución femenina en la música underground en el ciclo denominado Rebel Grrr.

También cuenta con diversos programas de radio por internet como La vocación renacentista del mil usos, Cabina abierta y Dispersión, así como piezas de literatura electrónica en formato de e-pub descargables como Metadrones y Gruñón, este último con diversas formas de lectura, pues cada vez que se abre es un texto distinto.

Las instalaciones del CCD además son sede de diversos eventos, pues albergan a los festivales de cine más importantes de la ciudad y ahora, junto con el Programa Nacional de Animación Cultural, también del Conaculta, transmite conciertos Desde los Grandes Teatros del Mundo.

Sin embargo, el CCD también tiene una fuerte presencia internacional y recientemente fue sede del Primer Encuentro de Animación, Multimedia y Videojuegos Quebec / México, al que incluso asistió el Primer Ministro de esa provincia canadiense.

En el marco del Año Dual México-Reino Unido, el CCD realizó en junio pasado el maratón Digital Futures en el que se crearon diversos prototipos, seis de los cuales viajaron a Londres para ser presentados en el Digital Design Weekend que tuvo lugar en el Victoria and Albert Museum de Londres.

El CCD también ha participado en foros como el de Cultura Digital realizado en Argentina donde se debatieron los nuevos modelos de comercialización de la cultura y próximamente en el de Economía Creativa Sostenible que se llevará a cabo en Chile.

Para el futuro, Grace Quintanilla precisó que el CCD buscará consolidarse como un laboratorio, con un programa académico más especializado en cada área, por ejemplo, editorial, radio, desarrollo tecnológico y de plataformas, que produzca junto con la comunidad objetos tangibles, artefactos y productos digitales.

Además, dijo, se pretende extender su programa educativo a otros estados, pues “ya tenemos experiencia adquirida, podemos salir y adaptar los cursos de acuerdo a las necesidades de ciertas comunidades fuera del Distrito Federal”.

El objetivo del CCD, finalizó su directora, es reforzar el trabajo hacia una producción más rica, quizá se realicen menos actividades, pero serán con el mismo número de personas, a fin de profundizar en el uso y apropiación de las nuevas tecnologías.